La junta agropecuaria local ha aprobado el pliego de condiciones de la subasta pública de una finca rústica de regadío, con la que pretende obtener los fondos necesarios para proseguir con las obras de restauración de su antigua sede, ubicada en la Plaza Mayor de Toro. Después de que, en una primera convocatoria, esta subasta pública quedara desierta, el órgano agropecuario decidió recientemente en asamblea general rebajar el precio de salida a 24.000 euros por hectárea para adjudicar definitivamente esta parcela, propuesta que fue aprobada por los socios de la entidad.

El pliego de condiciones de esta segunda convocatoria detalla que la subasta pública de una finca rústica de regadío, situada en el pago conocido como El Barco, ocupa una superficie de terreno de 5,28 hectáreas, parcela que cuenta con una edificación, un pozo y un depósito indivisible y sale a licitación libre de cargas. La subasta se celebrará, el viernes 26 de junio a las 12.00 horas, en la sede provisional de la junta agropecuaria loca, ubicada en la calle Cantar del Arriero de Toro.

La celebración de esta subasta estará presidida por el máximo responsable del órgano agropecuario, Bernardo Caballero, el secretario y dos vocales. El precio mínimo estipulado para adjudicar la parcela rústica ha quedado fijado en 24.000 euros por hectárea, por lo que el precio final de salida de la finca objeto de la subasta asciende a 126.720 euros. Los licitadores interesados deberán pujar a mano alzada y la finca será adjudicada al mejor postor, es decir, a aquel que ofrezca un mejor precio por los terrenos.

Para esta subasta se han fijado una serie de requisitos como que los licitadores deberán realizar un depósito previo para participar en el concurso, depósito fijado en un 10% del precio base y que deberá ser ingresado previamente en una cuenta de Caja Rural. Además, el adjudicatario de la parcela deberá hacer efectivo el coste total de la finca en el plazo de tres días, una vez celebrada la subasta, mientras que la escritura será otorgada en un plazo de siete días a contar desde la licitación.

Por otra parte, según recoge el pliego de condiciones de la subasta, si en el momento de la adjudicación en la finca hay cultivo sembrado pendiente de recoger, el nuevo propietario estará obligado a permitir que el antiguo arrendatario pueda recolectar su siembra.