El acuerdo alcanzado entre el Ayuntamiento, la empresa concesionaria del servicio municipal de agua (Acciona) y el propietario del edificio que, a finales de enero, se hundió parcialmente en la calle San Lorenzo el Real permitirá proceder a su derribo. Así lo confirmó ayer la concejala de Obras y Urbanismo, Belén Sevillano, quien reconoció que la situación actual de este edificio, que tuvo que ser apuntalado tras su derrumbe parcial, es preocupante, por lo que "de forma inminente" se procederá a su demolición, para evitar posibles incidentes. Tras alcanzar un acuerdo con el propietario de la vivienda de tres plantas, el lunes está prevista la celebración de una reunión entre la concejala de Obras, el arquitecto municipal y el responsable en Toro de la empresa Acciona para concretar los detalles del derribo.

En principio, como apuntó Sevillano, la demolición se realizará en los próximos días para evitar posibles situaciones de peligro ya que, aunque la calle San Lorenzo el Real permanece cortada al tráfico desde el mismo día del hundimiento parcial, sí se permite el tránsito de los peatones. Por otra parte, la concejala de Obras y Urbanismo señaló que el Ayuntamiento ha solicitado presupuesto a diferentes empresas especializadas en la demolición de edificios y que, en la reunión fijada para el lunes, el arquitecto municipal fijará las "directrices" para proceder al derribo. En principio, tan solo está previsto proceder a la demolición del inmueble que, hace años, albergó el bar "Mi casa" y que hasta su hundimiento había sido utilizado como sede por la murga carnavalera "Los Peseteros, aunque, como precisó Sevillano, la edificación colindante "también está muy afectada". En cuanto a las causas que provocaron el hundimiento parcial del edificio de tres plantas, situado en el nº 8 de la calle San Lorenzo el Real, Sevillano apuntó que, en principio, todo parece indicar que el siniestro se produjo por una avería en la red general de abastecimiento.

De hecho, esta posibilidad se barajó desde un principio ya que, tras producirse el hundimiento, se realizaron diversas pruebas de carga en la citada tubería. Dos familias y la murga "Los Peseteros" tuvieron que ser desalojadas de la vivienda que se hundió parcialmente a finales de enero. Tras el hundimiento, el Ayuntamiento inició el expediente de declaración de ruina.