Una espléndida noche recibió ayer a los cientos de visitantes que abarrotaron las calles de Toro para contemplar un año más el desfile de carrozas, el acto -no por dicho tantas veces menos cierto- más representativo de las Ferias y Fiestas de San Agustín y también el más entrañable para los toresanos. Nueve carruajes y diversos grupos musicales se desplazaron por la ciudad entre el confeti, las serpentinas y los caramelos lanzados por los numerosos niños y jóvenes que, ataviados de acuerdo a la temática elegida para cada montaje, en ellos se transportaron.

Pasadas las 21.30 horas -sin luz natural ya para mayor realce de los montajes entre las luces de colores- los gigantones y cabezudos se asomaban a la entrada de la puerta de Corredera dando así inicio al despliegue de una comitiva fantástica que año tras año consigue dejar boquiabiertos a los centenares de niños que la ven. Mucho antes, pequeños y mayores se habían apostado a lo largo de las céntricas calles que conforman el recorrido habitual para no perderse nada. Los de más edad bien acoplados en las sillas traídas para la ocasión desde sus casas y los más afortunados oteando el panorama desde sus balcones. Para deleite de los niños la primera carroza transportaba a uno de sus ídolos televisivos, Bob Esponja, acompañado de sus simpáticos amigos: Patricio, Calamardo y Señor Cangrejo. Un voluminoso escenario móvil de dos cuerpos con diez metros de largo y otros siete de tiro y con una altura de 2,5 metros en los muñecos, «el tope que se puede hacer en Toro para que puedan pasar sin problemas», como explicaba su creador, Juan Pedro Alvarez, un carrocista local con casi un cuarto de siglo de profesión que participó en el desfile con tres montajes, todos ellos elaborados siguiendo el mismo método: «se moldean las figuras en corcho blanco, se aplican después varias capas de papel, cartón piedra o pintura plástica, se recubren de poliéster y tras ser lijadas se cubren con poliéster líquido se echa una mano de barniz y se pintan con esmalte» y como toque final se recubren con escarcha de colores «porque hace muy bonito y da mucha luz», apunta el artista.

Los hermanos Caco y Roberto Costillas -Carrozas Tauro-, autores de la siguiente carroza del desfile, optaron para este montaje por un personaje de cuento tradicional, Blancanieves, que estuvo acompañada como es de rigor por los siete enanitos, escenificados en un paisaje de bosque primaveral. Esta es la segunda ocasión en que participan en el desfile de San Agustín estos dos hermanos de reciente aunque exitosa incursión en el mundo profesional del carrocismo. En esta edición lo hacen, además, con un carruaje más, tres en total, realizados todos ellos en cartón piedra y rematados con poliéster. «Todo totalmente artesanal», comentaba ayer poco antes de iniciarse el espectáculo Caco, quien junto a su hermano, «muy hábil para las manualidades y muy vinculado a la artesanía, aunque autodidacta en el arte de las carrozas como él mismo- decidió dedicarse a este cometido para cubrir el hueco laboral que les ha dejado la crisis de la construcción, a la que ambos se dedican.

La tercera carroza que formaba parte de la cabalgata es obra de un carrocista muy conocido no solo en Toro, sino en otras muchas ciudades de España a las que acude a lo largo del año con sus escenarios, Rurro, quien participó con un total de cuatro carruajes en esta nueva edición de un desfile del que es una apuesta fija por parte de la Comisión de Festejos.

Un duende gigante precediendo a un enorme reloj conformaban el decorado de la cuarta carroza, en la que también se había colado la Pantera Rosa. Todo ello obra de Roberto y Cuco, mientras que la siguiente estaba dedicada a unos personajes de los que son fan los niños de menor edad: los televisivos Lunnis, autoría de Juan Pedro. Rurro apostó en su siguiente decorado por un barco pirata y un enorme caballito de mar, los cuales precedieron al paisaje lunar que acogía a Micky montado en un cohete realizado por los dos hermanos Costillas. «En las carrozas no te puedes salir mucho de la temática infantil tradicional que se suele sacar de las películas, los cuentos o los dibujos animados, pero nosotros intentamos distinguirnos con un estilo propio», apuntaba ayer Cuco.

El desfile lo cerraban las dos últimas carrozas de Rurro, la primera tuvo como protagonistas a los elefantes, y la segunda, puso el broche de oro al desfile transportando majestuosas a la reina y las damas de honor de las Ferias y Fiestas de San Agustín 2010, que estuvo amenizado por la Banda de Cornetas y Tambores Ciudad de Toro, muy vitoreada por los toresanos, la Asociación de Música Tradicional de Zamora y la Banda de Música La Lira, que en medio de los ya habituales aplausos con que es recibida anunciaba la presencia de la regia corte.

8 h. Primer Encierro Urbano de novillos. Recorrido: La Pina, Santa Catalina, Rejadorada, Salsipuedes, San Francisco, plaza de toros.

A continuación, fiesta en el chiringuito del río con diferentes DJ´s toresanos.

12 h. Desfile gigantes y cabezudos.

18 h. Gran Corrida de Toros: «Rafaelillo», Fernando Robleño y «Joselillo». Ganadería Andolfo Martín Andrés.

21 h. Recital de canciones de García Lorca por Nati Mistral y Luis Santana. Teatro Latorre.

23 h. Ballet Estatal Cosacos de Rusia. Plaza Mayor.