La trilogía de etiquetas diseñada por el estudio riojano Moruba para la colección de vino Matsu , que la firma Vintae elabora en la D.O. Toro, recibirán el Best Pack Plata 2010 hoy en una cena de gala que tendrá lugar en el Hotel Fira Congress de Barcelona, según ha informado la firma vinícola. Los premios Best Pack reconocen, en el marco de Alimentaria 2010, los mejores diseños para alimentos y bebidas en toda España.

La etiqueta de cada vino de esta trilogía reproduce la imagen de tres personas de diferentes edad, respectivamente. Una idea impactante y «muy novedosa casi a nivel internacional», según ha destacado uno de sus creativos Javier Euba. Las etiquetas buscan transmitir la personalidad de viticultores que encarnan las características del propio vino al que dan nombre: El Pícaro, «un chico de mediana edad, fuerte y valiente, descarado e incontrolable»; El Recio, «un adulto capaz de expresar serenidad, perseverancia y fortaleza y, finalmente», y El Viejo, «sinónimo de plenitud y sabiduría, de conocimiento profundo de la tierra para comprender el lenguaje de sus elementos».

Moruba trabajó en el proceso de selección de los modelos y la posterior sesión de fotografía de la mano de Bela Adler y Salvador Fresneda, pareja de fotógrafos de prestigio internacional que despliega entre Barcelona y Nueva York su actividad para marcas como Loewe, Burberry, Levi's o Gap, revistas como Vogue, Elle o Mari Claire y campañas para Nike, BMW, JB o Ericsson. Desde su fundación en 2008, el trabajo de Moruba ha recibido dos premios Best Pack (2008 y 2010), un Laus y ha sido la única empresa española seleccionada para el prestigioso anuario americano «365: AIGA Annual Design Competition 30».

Javier Euba ha puesto de relieve la importancia de las etiquetas como forma de buscar un rasgo diferenciador en «un mercado tan competitivo» como es el del vino. «El diseño es fundamental para diferenciarse a nivel lineal en los supermercados, en los restaurante y también en la prensa», ha dicho al respecto. Las etiquetas ganadoras tienen mucho que ver con el tipo de vino al que representan, vinos «naturales y desprovistos de todo artificio», de manera que lo que se buscaba era «mostrar a los viticultores que están detrás de estos vinos».

El riojano José Miguel Arambarri, ingeniero de caminos y empresario impregnado de la viticultura biodinámica, está detrás de este proyecto de nombre Matsu, que en japonés significa «esperar», y que define a la perfección su esencia. Matsu destina el 0,7% de sus beneficios a proyectos medioambientales. La firma no cuenta con bodega propia y elabora en Covitoro.