El programa ARI (Area de Rehabilitación Integral) para la recuperación del casco histórico de la ciudad se pondrá en marcha en la próxima primavera una vez que la ministra de la Vivienda, Carme Chacón, el consejero de Fomento, Antonio Silván y el alcalde de Toro, Jesús Sedano, firmaron el pasado 26 de diciembre en Madrid el convenio para la financiación del programa que fue presentado por el Ayuntamiento toresano en agosto del pasado año.

El concejal de Obras y Urbanismo, Fernando Caballero, presentó ayer a los medios de comunicación el contenido del convenio para financiar el programa cuyo área de intervención concuerda «con el ámbito de aplicación del Plan Especial de Protección del Conjunto Histórico Artístico de Toro». El edil explicó que han podido acogerse a esta línea de ayudas «teniendo en cuenta que la ciudad es un conjunto histórico artístico, que tiene planeamiento urbanístico propio que potencia la recuperación de estas zonas y, además, que esta zona es, al igual que en otras ciudades, la de mayor índice de despoblamiento».

El acuerdo de financiación preve para este fin una inversión de 5.562.000 euros, que irán destinados a la rehabilitación de viviendas, a obras de urbanización y mejora de espacios públicos y a los gastos que puedan derivarse de la gestión de la ventanilla única y contratación de técnicos para el desarrollo del proyecto. Este tercer aspecto será diligenciado directamente por el Ayuntamiento, que será, según explicó ayer Caballero, «quien en el área de sus competencias apruebe las condiciones de intervención en cada vivienda». El desglose del presupuesto global implica una partida de 3.600.000 euros para la rehabilitación de edificios, 1.800.000 para la urbanización y mejora de espacios públicos y 162.000 euros para la gestión del proyecto y contratación de personal de apoyo. Así , se pretende la recuperación de 300 viviendas en el caso histórico a lo largo de las cuatro próximas anualidades, es decir, desde este año 2008 hasta el 2011, a razón de 75 cada año. La rehabilitación tiene como objeto principal «la potenciación del uso residencial del caso histórico» y serán objeto de subvención todas aquellas actuaciones u obras de adecuación estructural, rehabilitación interior de las viviendas, recuperación de elementos comunes, adecuación de habitabilidad de viviendas, mejora de las condiciones de habitabilidad, mejora de las condiciones de accesibilidad al edificio o recuperación arquitectónica de los mismos, con especial incidencia en la restauración de fachadas, balcones, miradores, restauración de cubiertas, sustitución de carpinterías, etc. En definitiva, según Caballero, «cualquier actuación que repercuta directamente en la mejora de las condiciones de habitabilidad, sin olvidarnos de aquellas que vayan encaminadas a una mejora y eficiencia del ahorro energético». El edil resaltó en este punto que el convenio no afectará únicamente a viviendas unifamiliares, sino que también podrán acogerse a las ayudas los propietarios de edificios de residencial multifamiliar, es decir, «aquellos que estén constituidos en comunidad de vecinos o figura similar y que necesiten actuar sobre el edificio». El «amplio abanico» de intervenciones previstas va a permitir, según dijo el concejal de Obras, «que muchos ciudadanos puedan acogerse a estas ayudas». En cuanto a la inversión en actuaciones de infraestructuras y urbanización en espacios públicos, se centrará en obras de abastecimiento, saneamiento o pavimentación que servirán para «la puesta en valor de este área urbana». Así las cosas, en cuanto a la rehabilitación, el Ministerio aporta 450.000 euros por año, la Junta 287.000, el Ayuntamiento 47.000 y los particulares 114.300; mientras que en urbanización el Ministerio asume 135.000 euros, la Junta 37.500 y el Ayuntamiento 277.000 euros anuales.

El convenio recoge una estimación de inversión media por cada una de las 300 viviendas, de manera que por cada una de ellas se ha presupuestado un gasto de 6.000 euros de urbanización, sufragados íntegramente por las tres administraciones financiadoras; así como 540 euros para la gestión, de los cuales tampoco los propietarios tendrán que aportar dinero alguno. Por otro lado se ha previsto una inversión media por vivienda de 12.000 euros, que sería el máximo subvencionable, sin detrimento de que el propietario decida hacer una obra de mayor coste que sería asumido por él. Con esta inversión media, el particular tendría que afrontar unos gastos de 1.524 euros, es decir, una inversión ligeramente superior al 10%, mientras que el resto, 1.475 euros, serían subvencionados por las administraciones.

El Ayuntamiento informará próximamente a los ciudadanos sobre la forma de acceder a estas ayudas y se espera poder recibir las primeras solicitudes en la próxima primavera.