París.- Francia y el Reino Unido, en colaboración con Bélgica e Irlanda, activaron ayer un plan de urgencia en el Canal de la Mancha tras hundirse un barco con 10.000 toneladas de ácido fosfórico y 80 toneladas de hidrocarburos en aguas internacionales.

Al cierre de esta edición varias manchas de hidrocarburos pudieron detectarse en torno al lugar en el que se hundió el barco, indicó la Prefectura Marítima de Cherburgo. Los barcos de la Marina francesa no habían detectado, por el contrario, ningún escape de las 10.000 toneladas de ácido fosfórico que llevaba el carguero, precisó la Prefectura. Según las primeras constataciones, las fugas de hidrocarburos serían gasóleo de los depósitos de combustible del buque, que llevaba en total 90 toneladas de carburante, 70 de fuel pesado y 20 ligero. Las autoridades francesas habían mostrado previamente su preocupación por el efecto ecológico negativo que podía tener un eventual derrame de fuel, y habían empezado a movilizar expertos en la lucha contra la contaminación por simple precaución.

Mientras el ácido fosfórico no era motivo de alarma, ya que se disuelve totalmente en el agua sin problemas, sí causan preocupación las veinte toneladas de gasóleo y setenta de fuel, que en caso de salir de las bodegas del buque formarían "galletas" que llegarían a las playas, indicó la Prefectura.

Esta es la principal hipótesis con la que trabajan las autoridades marítimas francesas y que desveló en conferencia de prensa en Cherburgo (norte de Francia) el oficial encargado de comunicación de la prefectura (delegación marítima) de la Mancha y del Mar del Norte, el teniente de navío Yann Bizien.

En un comunicado, la Prefectura aseguró que ese ácido es un líquido corrosivo no volátil, que no produce vapor y es más denso que el agua, en la que se disuelve totalmente.

De manera que si parte o toda la carga del buque de transporte de sustancias químicas "Ece", con registro en las islas Marshall (en el Pacífico) y propiedad del armador turco Aksay Denizcilik, se esparciese en el mar, el agua de la zona afectada recuperaría su Ph de forma «rápida», según la Prefectura.

Pese a ello y a que no hay posibilidad de acumulación de ese producto en la cadena alimenticia, las autoridades francesas han prohibido pescar en un radio de unos dos kilómetros en torno a la zona donde se hundió el barco, situada exactamente a 70 metros de profundidad y a unos 90 kilómetros del cabo de La Hague.

Usado fundamentalmente en la fabricación de abonos, pero también para los productos de limpieza o para las bebidas efervescentes, este ácido puede tener un efecto «letal fugaz y puntual» en los peces si se escapa de las cisternas del "Ece".

La asociación de defensa del medioambiente "Robin des Bois" deploró que desde la madrugada de ayer exista «otro lugar submarino más contaminado» y afirmó que el ácido fosfórico, «en fuerte concentración, es un producto peligroso que quema la flora y la fauna en un radio de varios centenares de metros».

Las autoridades francesas mantiene tres barcos de vigilancia en la zona: el remolcador "Abeille Liberté", que trataba de acercar el "Ece" a las costas francesas cuando se hundió en la madrugada de ayer, el busca minas "Lyre" y el guardacostas "Sterne".

El "Ece", de 126 metros de largo, tenía una brecha de cinco metros de largo y dos de ancho en su flanco, tras colisionar en la madrugada del martes con el cargo maltés "General Rowecki", que no sufrió daños.