Fin a las especulaciones

El Papa aclara en una nueva autobiografía que dimitir es "una hipótesis lejana"

En el libro, que se publica la semana próxima, Francisco acusa a "personas sin escrúpulos" de "instrumentalizar" al papa emérito Benedicto XVI 

El Papa Francisco confiesa en una autobiografía que no piensa renunciar jamás

Agencia ATLAS / Foto: EFE

Irene Savio

Francisco no tiene en mente presentar su dimisión, al menos de momento. Tras años especulaciones de todo tipo por sus problemas de saludel Papa argentino ha zanjado una hipótesis que, según él, es "lejana". Así lo ha revelado el propio Jorge Bergoglio, según consta en un avance de una autobiografía escrito por Fabio Marchese Ragona, vaticanista y amigo personal del Pontífice, que publicará la editorial neoyorquina Harper & Collins y que ha sido adelantado parcialmente este jueves por el diario italiano 'Il Corriere della Sera'.

En el libro, titulado 'La Vida. Mi historia en la Historia' y cuya publicación está prevista para la próxima semana en varios países de Europa y América, el Papa aclara de una manera inequívoca su actual postura con respecto a la posibilidad de que decida presentar su renuncia como jefe de la Iglesia católica. Una renuncia que, asegura, es lejana porque actualmente no ve las "condiciones". "El ministerio petrino es de por vida", añade. 

"Algunos quizás han esperado que tras un ingreso hospitalario, renunciara, pero no hay este riesgo: gracias al Señor, gozo de buena salud"

En su opinión, de hecho, su decisión "solo cambiaría si surgiera un impedimento físico grave y, en ese caso, ya firmé al inicio del pontificado la carta de renuncia que está depositada en la Secretaría de Estado". Además, explica que, en el caso que renunciara, él no se haría llamar 'Papa emérito' (como el difunto Joseph Ratziner), sino simplemente obispo emérito de Roma. Y cuenta que se trasladaría a la iglesia de Santa María Maggiore en Roma "para volver a ser confesor y llevar la comunión a los enfermos". 

Pero esto, insiste, es "una hipótesis lejana". "Realmente no tengo motivos tan serios que me hagan pensar en una renuncia". Y con ello el Papa también aprovecha para enviar un mensaje claro a aquellos que sí están esperando que se aparte de su cargo. "Algunos quizás a lo largo de los años han esperado que en algún momento, tal vez después de un ingreso hospitalario, hiciera un anuncio de este tipo, pero no hay este riesgo: gracias al Señor, gozo de buena salud", les avisa. 

Intrigas vaticanas

Regresando a las tantas intrigas acontecidas dentro del Vaticano en los últimos años y a los numerosos ataques contra él, Francisco no esconde que lo que más daño le ha hecho es que lo acusaran de querer destruir la institución del papado. "Es verdad que la del Vaticano es la última monarquía absoluta de Europa y que a menudo aquí se llevan a cabo razonamientos y maniobras propias de una corte, pero estos esquemas deben ser definitivamente abandonados", asevera. Por eso les recomienda a los que se alegran cuando tiene problemas de salud que se queden "tranquilos".

Francisco también habla de su relación el papa Benedicto XVI y dice que ha vivido "con tristeza" cómo la figura del papa emérito "ha sido instrumentalizada con fines ideológicos y políticos por personas sin escrúpulos que, no habiendo aceptado su renuncia, han pensado en su propio provecho y en su propio jardincito que cultivar, subestimando la dramática posibilidad de una fractura en el seno de la Iglesia". "En diez años no han faltado las polémicas y nos han perjudicado a los dos", señala.

Guerras y migrantes

Coadyuvado por las transcripciones y comentarios de Ragona, Francisco se sumerge asimismo en diversos momentos de la historia de su familia, empezando por la emigración de sus abuelos italianos a Argentina en febrero de 1929. "Después de dos semanas [de viaje en buque] llegaron a Argentina y fueron recibidos en el Hotel de los Inmigrantes [en Buenos Aires], un centro de acogida no muy diferente a los de hoy", afirma en un apartado en el que también cuenta cómo sus abuelos se salvaron de morir (como les pasó a otros 300 migrantes) en un naufragio de otro barco en el que no pudieron embarcar por motivos económicos.

Su maestra, persona decisiva: "Ester era una mujer formidable. Le debo mucho. Era una comunista de las de verdad, atea pero respetuosa: a pesar de tener sus ideas, nunca atacaba la fe"

Tiempos duros como los de otro episodio que también recuerda Francisco, el de tantos hombres que en Italia, como ocurre en las guerras de hoy, no querían ir al frente de batalla durante la segunda guerra mundial e intentaban quedarse a trabajar en los campos. Razón por la que grupos de mujeres intentaban protegerles avisándoles si veían a algún inspector militar. "Si llevaban algo rojo, los hombres tenían que escapar para esconderse. Prendas blancas, por otro lado, señalaban que no había patrullas y por lo tanto se podía seguir trabajando", recuerda Francisco. 

La maestra asesinada

De su infancia, menciona a una maestra comunista que influyó en su formación. "Ester era una mujer formidable. Realmente le debo mucho. Era una comunista de las de verdad, atea pero respetuosa: a pesar de tener sus ideas, nunca atacaba la fe". De ahí también que, ya instalada la terrible dictadura argentina (1976-1983), Bergoglio intentara salvar a su maestra "escondiendo sus libros". Un intento sin éxito. Finalmente, Ester fue secuestrada, torturada y arrojada desde un avión. "Fue el genocidio de una generación”, reflexiona el Pontífice. 

Y, al hilo de esto, el Papa también responde a las críticas de los que le acusan de ser "rojo". "Hablar de los pobres no significa automáticamente ser comunista: los pobres son la bandera del Evangelio y están en el corazón de Jesús!... En las comunidades cristianas se compartía la propiedad: esto no es comunismo, ¡esto es cristianismo en su estado puro!”, argumenta el Papa.