Uso de pantallas en menores

El uso excesivo de pantallas a corta edad se asocia con síntomas de autismo

Especialistas abordan los avances en la neurorrehabilitación de los niños con TEA a través de la neuropsicología, la logopedia y la terapia ocupacional

Un fármaco a base de melatonina se utiliza ya en estos menores para minimizar sus problemas de insomnio

El autismo puede ser detectado en cualquier momento de la vida.

El autismo puede ser detectado en cualquier momento de la vida. / INFORMACIÓN

J. Hernández

El cambio en el patrón de juego de los niños, a los que se expone a pantallas desde muy pequeños, se ha convertido en un factor ambiental relacionado con el autismo: se ha asociado el uso excesivo de las pantallas con síntomas de autismo, una condición que afecta ya en distintos grados a uno de cada cuarenta menores, elevando la cifra que estableció la Organización Mundial de la Salud (OMS), en uno de cada 100.

Los expertos coinciden en que se ha producido un aumento exponencial de los diagnósticos, no porque se evalúen más, que también, sino que se ha registrado un aumento real de los casos.

Las causas son múltiples, desde cuestiones genéticas a ambientales. La condición de TEA tiene una base neurobiológica con síntomas y signos muy diversos, al igual que su origen. Desde factores prenatales, de mutaciones, malformaciones congénitas a infecciones; perinatales como un nacimiento prematuro, bajo peso al nacer o sufrimiento en el parto; y postnatales como una infección bacteriana o vírica, o una epilepsia.

También influyen el estrés materno en el embarazo, el consumo de alcohol y otros tóxicos, ciertas infecciones en la gestación, medicamentos, alimentos tóxicos, la contaminación atmosférica, los plásticos, el mayor consumo de alimentos procesados y se ha visto que los genes de algunos alimentos pueden tener relación.

Todos estos aspectos se analizan este miércoles en la III Jornada de Neurorrehabilitación Infantil que se celebra en Alicante, en la que distintos especialistas hablarán de los avances en el diagnóstico y tratamiento en el trastorno del espectro autista (TEA). Los diagnósticos "son más precoces y son mejores, desde la Atención Primaria. El pediatra que revisa al bebé cuando nace, en los controles que va pasando, se fija en los signos de alarma", apunta Gemma Sirvent, neuropsicóloga y directora de la clínica Casaverde en Alicante, fundación que organiza este encuentro, quien hace hincapié en la ampliación también de los criterios diagnósticos.

La experta recomienda a los padres de niños con TEA acudir a un centro especializado para que se pueda hacer al menor un diagnóstico con escalas específicas de valoración y definir los objetivos en función de las áreas en las que tenga más dificultad. "Nosotros hacemos unos objetivos que se los presentamos a las familias, desde diferentes disciplinas".

"La neuropsicología trabaja la insensibilidad, los intereses restringidos, a focalizar mejor la atención, la baja tolerancia a la frustración y la ansiedad que puedan tener los niños"

Gemma Sirvent

— Neuropsicóloga

Una de ellas es la neuropsicología para trabajar la parte emocional y conductual de estos niños, "la insensibilidad, los intereses restringidos, focalizar mejor la atención, la baja tolerancia a la frustración, y la ansiedad que puedan tener". Así como el ámbito social, "porque sabemos que su mayor dificultad es en el plano social, con las relaciones interpersonales, entender el contexto de otros, saber por qué se dicen las cosas en un momento determinado y muchas veces tienen que reaprender".

Logopedia

Desde la logopedia se trabaja con los niños que tienen dificultades en la expresión oral, la comunicación y la comprensión del lenguaje. "Algunos niños no tienen comunicación verbal o la tienen muy pobre, en esos casos nos ayudamos con sistemas alternativos de comunicación", por los que se opta en función de las necesidades, como herramientas para complementar el lenguaje oral.

"Tenemos en la clínica dos sistemas alternativos de comunicación y los trabajamos con los niños que se pueden beneficiar, uno de alta tecnología y otro de bajo coste", adaptados a cada perfil. Estos últimos serían libretas con pictos o imágenes de su vida diaria; y los de alta tecnología, tabletas con imágenes.

También se aplica terapia ocupacional que es otra especialidad que trabaja sobre todo el procesamiento sensorial. "Sabemos que los TEA presentan una hiperrespuesta o una hiporrespuesta a los diferentes estímulos, texturas, sabores, olores, ruidos, luces etc...Tienen una sensibilidad especial. Se evalúan bien las dificultades del menor y contamos con una sala de integración sensorial con diferentes aparatajes, como columpios, enganches y dispositivos varios en los que trabajamos en función de lo que el niño necesite para mejorar su autorregulación".

La neuropediatra Carmen Martínez abordará los avances en tratamientos médicos del autismo, que se realizan en base a una intervención terapéutica precoz, con estimulación y logopedia, porque en cuanto a fármacos hay mucho por investigar.

"Ahora mismo están en auge los probióticos, los prebióticos, el trasplante fecal...pero aún no hay una evidencia científica suficiente para recomendarlos de manera general en todos los niños con autismo porque los estudios que hay son con muestras pequeñas y con mucho sesgo"

Carmen Martínez

— Neuropediatra

"Ahora mismo están en auge los probióticos, los prebióticos, el trasplante fecal...pero aún no hay una evidencia científica suficiente para recomendarlos de manera general en todos los niños con autismo porque los estudios que hay son con muestras pequeñas y con mucho sesgo", señala la experta.

Lo mismo ocurre con los omega 3 o la oxitocina. "Lo que sí se puede hacer es tratar los problemas que van surgiendo", señala. Así, Martínez apunta que en niños con problemas conductuales, de impulsividad o agresividad se pueden utilizar determinados fármacos; así como en los que tienen problemas de déficit de atención, o en los que padezcan epilepsia, "pero no hay un tratamiento curativo supernovedoso más allá de incidir en el diagnóstico precoz y en la intervención terapéutica".

Insomnio

Sí hay más avances en lo relativo a los problemas de sueño, muy frecuentes, y que pueden afectar al 80 % de los niños con autismo. Hay una nueva melatonina de liberación prolongada de uso pediátrico que está teniendo buenos resultados, mejorando el arsenal terapéutico. Este fármaco es el primero específico aprobado por la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos) para trastornos del sueño en niños con TEA. Denominado Slenyto, está comercializado en España, tiene estudios de seguridad y trata el insomnio y los trastornos de sueño en niños y adolescentes de 2 a 18 años con trastorno del espectro autista.

"Estas familias tienen mucha sobrecarga durante el día, que al final el niño tenga ocho o diez despertares durante la noche hacen que esté muy irritable, y con esta nueva medicación se está viendo mucha mejoría".

Hasta ahora se trataban con melatonina de acción inmediata para conciliar el sueño pero no era tan eficaz para evitar los despertares. Está formulada en gotas, gominolas o comprimidos, y es un complemento alimenticio, no un fármaco. De hecho hay presentaciones que se venden en herbolarios o supermercados.