Frente a la crisis del precio de la luz actual, la instalación de placas solares se ha consolidado como la apuesta energética más eficiente y el autoconsumo colectivo como el único modelo posible para garantizar un futuro 100% sostenible, más económico, más limpio y más verde para todos.

¿Qué es el autoconsumo colectivo y cuáles son sus ventajas?

El modelo actual, de generación centralizada, está basado en los combustibles fósiles como fuente de energía principal, muy contaminantes y perjudiciales para el medio ambiente. Este modelo depende, además, del gas, un bien caro que escasea para dar respuesta al aumento de la demanda eléctrica.

La generación distribuida o autoconsumo colectivo, por el contrario, apuesta por una manera compartida de entender la vida, provocando una disrupción en cómo se produce y consume la energía en el país del sol. Un sistema que democratiza la gestión de la energía, permitiendo abastecer no solo a la familia propietaria de un tejado, sino a los hogares situados a un radio de medio kilómetro.

Paneles de energía solar.

Su apuesta es la de transformar cada metro cuadrado de tejado en productor de energía verde, empoderando a las personas y convirtiéndolas en productoras y vendedoras de la electricidad que producen sus placas solares.

La generación distribuida permite a los propietarios de placas solares generar ahorros superiores al 70% en la factura de la luz, contribuir en la lucha contra el cambio climático y garantizar la eficiencia (energía Km 0) y la estabilidad de los precios, a la vez que fomenta la independencia energética del sistema.

Autoconsumo colectivo, un modelo cargado de beneficios

Si bien es verdad que cualquier instalación de autoconsumo solar ayuda a reducir las emisiones de CO2, el autoconsumo tradicional no cambia el modelo energético, sino que lo perpetúa. Las empresas de siempre siguen controlando el transporte y la distribución, impidiendo que los consumidores tengan acceso a energía de proximidad y que el precio de la luz baje para todo el mundo de forma definitiva.

Al contar con menos placas, la instalación de autoconsumo tradicional genera para el usuario menos ahorro, limitado solo a la parte de consumo de la factura. Los excedentes se vuelcan a la red automáticamente y son compensados por la comercializadora a precio de mercado. En conclusión, cada instalación de autoconsumo tradicional es una oportunidad perdida de multiplicar el ahorro y el impacto en el planeta.

El autoconsumo colectivo, por el contrario, cambia el modelo energético no solo para ti, sino para todos y para siempre, generando un cambio estructural en el sistema. El autoconsumo colectivo permite el control compartido entre personas y empresas y genera energía para el cliente con placas solares, pero también para los clientes de proximidad (a menos de 500 metros) que se benefician de un precio más económico.

La proximidad permite que se reduzcan las pérdidas energéticas derivadas del calentamiento durante el trayecto (efecto Joule).

Tejado con placas solares.

Este sistema posibilita también diseñar instalaciones más grandes con más placas, generar más energía verde y un mayor ahorro para el planeta (un 28% más de CO2 que una de autoconsumo tradicional) y para el consumidor, que le permite poder tener facturas de casi 0€ (incluida la parte fija, no sólo la de consumo) y compensar los excedentes.

Este modelo descentralizado acelera la transición energética y, además, tiene en cuenta las necesidades del futuro: movilidad sostenible, sistemas de calefacción y refrigeración eléctricos no dependientes del gas, etc…

La compañía que está cambiando el modelo energético

En la Revolución de los Tejados todas las personas participan, tengan o no tejado, siendo prosumidoras o consumidoras en proximidad. Este movimiento promovido por Holaluz persigue cambiar el sistema actual por uno basado en energías renovables, híbrido, descentralizado y distribuido (con grandes productores y prosumidores), mucho más eficiente, económico y sostenible.

Esta propuesta, que modifica la estructura y los mecanismos actuales del sector eléctrico español y redefine la relación de las personas con su compañía eléctrica, busca transformar 10 millones de tejados españoles en “pequeñas centrales” de energía verde para usar y vender a familias cercanas, duplicando así la cantidad de energía renovable en el mix energético de España (del 40% a un 80% del total de la energía del país según datos de Red Eléctrica en 2021).

La revolución de Holaluz afecta a todos, tengan o no tejado

¿Cómo se genera el ahorro para reducir la factura de la luz?

Por un lado, está tu consumo diario de energía, que va variando en función de la hora del día. Por otro, está la energía que Holaluz proporciona a precios fijos. Con la instalación de placas solares, tu tejado generará energía propia, que produces y consumes tú mismo. Además, está la energía que te sobra y no usas, tus excedentes. Holaluz compra esta energía sobrante y comparte con el resto de clientes. La suma del autoconsumo y del excedente es lo que la compañía te devuelve en forma de ahorro fijo.

Así, cuanto más ahorres cada mes, antes amortizarás la inversión y cuanta más capacidad de producir energía tengas en tu tejado, menos vulnerable serás a los cambios en el futuro.

Por primera vez, Holaluz está ofreciendo también una opción única en España y que permite aún más ahorro: instalar más placas, generar más ahorro, dejar una primera factura próxima a 0 € y, el ahorro sobrante, usarlo para bajar la factura de otra vivienda o tu factura del gas.