La pérdida de una mascota siempre supone un mal trago, y si el afectado es un niño todavía más. Es lo que le ha pasado al pequeño Kowen, de Alberta (Canadá), quien no pudo evitar romper a llorar tras despedir a su pez fallecido.

Su madre, Brooke Geherman, grabó a Kowen dando un beso a su pez, llamado 'Top', antes de arrojarlo por la taza del baño y deshacerse en lágrimas ante la pérdida.