Un pensionista siberiano reunió más de siete toneladas y media de piezas de un kopek, una centésima parte del rublo ruso, para erigir un monumento a esa moneda, mientras el Gobierno estudia la posibilidad de renunciar a la moneda por su escaso valor.

En su casa particular de Novosibirsk, Yuri Bábin desde tiempos de la URSS acumuló cinco millones de piezas de un kópek, con el sueño de erigir el monumento en 2013, cuando su ciudad natal, considerada la capital de Siberia, celebrará el 120.º aniversario de su fundación.