Los elementos acaban con toda Esperanza

La talla de Víctor de los Ríos realiza un breve paseo por la plaza de la Catedral al son de la Salve

Damas de la Esperanza y cofrades celebran en la Catedral y sus inmediaciones el rezo de la Salve tras la suspensión motivada por la intensa lluvia de la mañana del Jueves Santo. | Ana Burrieza

Damas de la Esperanza y cofrades celebran en la Catedral y sus inmediaciones el rezo de la Salve tras la suspensión motivada por la intensa lluvia de la mañana del Jueves Santo. | Ana Burrieza / Alberto Ferreras

Alberto Ferreras

No pudo ser. Pese a que media hora antes incluso llegó a lucir tímidamente el sol, la procesión de la Virgen de la Esperanza se sumó a los desfiles suspendidos este año por la lluvia en Zamora. Sus cofrades al menos tuvieron oportunidad de ver de cerca a la madre de Jesús y su espectacular manto verde para cantarle la Salve. Ante la previsión de lluvia, que se cumplió desde diez minutos después de la hora oficial de la salida de la procesión, la directiva de la cofradía optó por suspender el desfile y, como alternativa, celebrar un acto en la plaza de la Catedral.

Los elementos acaban con toda Esperanza

Los elementos acaban con toda Esperanza / Alberto Ferreras

Aunque la lluvia cayó para hacer aún más realistas las lágrimas de la Virgen de la Esperanza esculpida por el cántabro Víctor de los Ríos, al menos no hubo aguacero ni gotas de agua con suficiente intensidad como para dañar la talla o su manto en verde y oro. A partir de las diez de la mañana comenzaron a salir las mujeres cofrades vestidas de luto con su abrigo negro, su peineta y su mantilla, la tulipa y el medallón de cadena de color verde.

Los elementos acaban con toda Esperanza

Los elementos acaban con toda Esperanza / Alberto Ferreras

Después salieron los cofrades de caperuz, con la túnica de raso y el capirote de color blanco y la capa verde esperanza. Más tarde llegaron los estandartes y la cruz guía y, por último, lo más esperado entre los cientos de personas que se dieron cita como público en la plaza de la seo: el paso de la Virgen de la Esperanza, que enfiló su recorrido saliendo de la Catedral por la puerta principal al ritmo del himno nacional.

Los elementos acaban con toda Esperanza

Los elementos acaban con toda Esperanza / Alberto Ferreras

El paso recorrió a ritmo pausado el trayecto del atrio y después dio la vuelta a la plaza de la Catedral hasta quedar mirando a las damas y los cofrades para que le cantaran la Salve.

Los elementos acaban con toda Esperanza

Los elementos acaban con toda Esperanza / Alberto Ferreras

Habían pasado casi tres cuartos de hora de la diez cuando comenzó a entonarse el "Dios te salve, reina y madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva...". Testigos del cántico y de todo el acto junto a la seo fueron el obispo de Zamora, Fernando Valera; y el nuncio de Su Santidad en España, Bernardito Auza, quien comprobó la devoción con la que en Zamora se venera a la Esperanza, incluso cuando llueve.

Los elementos acaban con toda Esperanza

Los elementos acaban con toda Esperanza / Alberto Ferreras

Finalizado el cántico, la virgen de la corona de plata y el rosario en una mano y el pañuelo en la otra, regresó, de nuevo a ritmo pausado, a la Catedral, con la entonación del himno nacional para marcar su entrada en la seo y el final del acto que de forma descafeinada sustituyó al desfile de la mañana del Jueves Santo de Zamora.

Los elementos acaban con toda Esperanza

Los elementos acaban con toda Esperanza / Alberto Ferreras

Menos es nada, al menos las 2.500 damas y los mil cofrades pudieron acompañar a la Virgen de la Esperanza en su corto paseo por los alrededores de la que es su casa, la Catedral de Zamora.

Con esa positividad lo veía, por ejemplo, una de las damas de la cofradía, Sara Riego, que ha indicado que "habernos dado la oportunidad de acompañar a la Virgen, aunque sea por unos minutos, da un poco de esperanza, y nunca mejor dicho, en este Jueves Santo, muchas zamoranas esperábamos con tanto intensidad". Esta dama de la cofradía de la Virgen de la Esperanza ha mostrado su sentimiento ambivalente, "con mucha pena por no haber salido pero por lo menos hemos podido ver a la Virgen, rezarle, pedirle mucha salud para acompañarla el año que viene todas juntas".

Aunque las mantillas y los trajes de raso de blanco y verde deben esperar a la Semana Santa de 2025, los zamoranos tienen estos días una nueva oportunidad de ver de cerca el llamativo manto de la Esperanza. Algunos aprovecharon la tarde del jueves y la suspensión también del desfile de la Vera Cruz para acercarse a la iglesia del Carmen de San Isidoro, próxima a los jardines de Baltasar Lobo en los que se hubiera celebrado la merienda del descanso de la cofradía morada, para cambiar ese color por el verde y observar de cerca el manto que viste la talla de Víctor de los Ríos. La vestimenta de terciopelo verde con estrellas bordadas en hilo de oro puede verse estos días, hasta el Domingo de Resurrección incluido, en San Isidoro bajo la talla de la Virgen del Carmen en horario de 10.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00 horas. Un pequeño consuelo para los que no han podido fotografiar ese manto en su balanceante caminar por las calles del casco antiguo. Ahora, sólo queda esperar a 2025, cuando el recorrido de la procesión volverá a su itinerario clásico con inicio en Cabañales.