Entrenamientos

Los errores más comunes cuando se practica deporte en verano

Los cambios en la actividad deportiva provocados por las altas temperaturas no siempre son positivos para el organismo

P. O.

El deporte es mucho más que una simple actividad para los verdaderos amantes de esta práctica, hasta el punto de ser una parte de las más importantes de su día a día. Mantener una buena rutina de entrenamientos es clave para el bienestar físico tan importante como hacerlo es planificarlo. La clave está en distribuir y dosificar bien los esfuerzos, si bien siempre existen factores externos que condicinan las práccticas deportivas.

Uno de ellos es la meteorología, en especial, el calor. El verano es uno de los momentos en los que la hidratación -o la falta de ella- puede jugarte un amala pasada. Las altas temperaturas suponen un riesgo añadido que tener en cuenta, obligándonos en ocasiones a tener en cuenta determinados consejos.

A continuación explicamos los principales errores que cometemos.

Problemas de hidratación

Descuidar la ingesta de agua u otros líquidos que faciliten el adecuado funcionamiento del organismo es uno de los principales problemas que se observan en una etapa del año en la que el cuerpo necesita un mayor aporte. Consumir un mínimo de dos litros de agua diarios es el punto básico que no debemos descuidar. A partir de ahí, es aconsejable tener acceso a un trago de agua en cualquier momento de nuestro ejercicio, algo que puede ser más fácil cuando practicamos actividades como los paseos en bicicleta o el 'running'.

Cambios en la rutina

Las elevadas temperaturas nos llevan en ocasiones a modificar nuestros hábitos en la actividad física. No es que esto sea malo de por sí, pero hay que tener en cuenta que nuestro organismo agradece el mantenimiento de las costumbres a las que le tenemos habituado. Es por ello que en ocasiones notamos bajones de rendimiento relacionados con una incorrecta distribución de esfuerzos. Trata de planificar tus actividades al máximo, manteniendo determinadas constantes, pero al mismo tiempo introduciendo variables que hagan que el cuerpo no se acomode y sea siempre capaz de optimizar el aprovechamiento del esfuerzo.

Sobreentrenamiento

Nunca es bueno pasarse de intensidad o de duración en la actividad física, pero el verano es una época especialmente crítica para ello. Es preferible que la evolución venga marcada por la constancia, siendo mejor la lentitud que la rapidez a la hora de incorporar nuevas cargas físicas. Excederse puede desencadenar reacciones fisiológicas indeseadas, que en lugar de mejorar el rendimiento y el aprovechamiento del esfuerzo, lo lastren.

No calentar

En ocasiones en verano decidimos pasar por alto la fase del calentamiento previo a toda actividad física, o hacerlo de manera más ligera al resultar menos agradable con las altas temperaturas. Esto es un importante error, ya que nuestro organismo necesita ponerse a tono antes de ser sometido a cualquier ejercicio de cierta intensidad. Dedícate unos minutos a completar tus rutinas previas a la actividad física con normalidad, y sin saltarte pasos.

Errores con la dieta

Muchas veces, el verano nos lleva a modificar nuestros hábitos alimenticios. Comemos más ligero, en cantidades diferentes y con aportes nutricionales mucho más variables. Olvídate de las dietas drásticas o de reducir el aporte calórico de manera notable. Mantén una alimentación adecuada, saludable y variada, dando a tu organismo los nutrientes que necesita para su correcto funcionamiento, pero sin caer en las comidas menos favorables para la salud, en ocasiones también más recurrentes en estos meses centrales del año.