La Junta de Castilla y León, a través de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades ha trazado un plan contra la soledad no deseada y el aislamiento social de las personas mayores y con discapacidad. Se trata de una iniciativa con nuevas actuaciones y prestaciones que permitirán la prevención de la soledad y el aislamiento no deseado, la detección de situaciones de este tipo y la intervención cuando sea necesario.

En ese sentido, cabe destacar que, por primera vez en España, se va a considerar a la soledad no deseada como una necesidad específica, y va a dar derecho al acceso al sistema de servicios sociales. Es decir, una persona mayor o con discapacidad, por el hecho de hallarse en una situación de soledad no deseada, tendrá derecho, por primera vez en nuestro país, a acceder a prestaciones sociales específicas. Bastará con que se detecte un caso de soledad no deseada para que, independientemente de otro tipo de necesidades se activen los mecanismos para atajar esta situación y atender a la persona en soledad. De nuevo, Castilla y León se pone a la cabeza de los servicios sociales y de la innovación social.

Desde la Consejería de Familia explican que este plan da respuesta a una necesidad social compleja y cada vez más extendida, en Europa, España y en Castilla y León, como es la de atender la soledad no deseada de las personas mayores y el aislamiento social. Los datos avalan esta afirmación:

No en vano, en Castilla y León 145.400 personas de 65 o más años viven en soledad, el 25,5 %. Esta situación afecta especialmente a las mujeres mayores (el 30,8% de las mujeres viven solas frente al 19.1 % de hombres). En Zamora, son 13.000 los mayores de 65 años que viven solos. Esta situación se va a incrementar en los próximos años. Se calcula que si en 2020 el porcentaje de hogares unipersonales en Castilla y León ha sido del 29,9%, dentro de 15 años será del 34,6%

A este envejecimiento se suma la baja densidad de población (tres veces inferior a la media nacional 25,9 h/km2) y su dispersión territorial, con 2.000 municipios de menos de mil habitantes. Abordar estas situaciones exige de la “complicidad de toda la sociedad”. “Los vecinos, amigos, los comerciantes, los voluntarios, el tercer sector…. Todos debemos implicarnos en detectar estas situaciones de soledad para poder activar todos los recursos que se establecen en el plan”, insisten desde el área liderada por Isabel Blanco. Por eso, numerosas actuaciones tienen como finalidad sensibilizar a la sociedad con esta realidad.

El plan, que consta de doce objetivos y treinta acciones, ofrece un conjunto integrado de actuaciones para proteger a las personas vulnerables frente a las consecuencias negativas de la soledad no deseada y del aislamiento social. Estas actuaciones incluyen la detección de los posibles casos en la comunidad.

En esa línea, el plan “crea nuevos servicios y establece actuaciones novedosas” para las personas mayores y las personas con discapacidad que se encuentren en situación o riesgo de soledad no deseada o de aislamiento social; adapta los servicios ya existentes para dar respuesta a las necesidades de estas personas como los de Ayuda a Domicilio, Asistente personas y los Equipos para la promoción de la autonomía personal (EPAP); incorpora soluciones innovadoras y el apoyo de las nuevas tecnologías; tiene muy en cuanta la perspectiva rural en todas sus actuaciones; y establece la actuación conjunta entre Administraciones Publicas, entidades, asociaciones y personas.

Además, según las cifras facilitadas por el área de Familia, la Junta destina para su financiación 100 millones de euros, con una estimación de 25 millones€ anuales entre 2022 y 2025. De esta cantidad, un 10% anual€ se destinará a nuevos servicios y actuaciones.

Entre esas novedades conviene resaltar la puesta en marcha de una red de detección y apoyo ante situaciones de soledad, que ofrecerá una variada cartera de actividades sociales para las personas de la población general, según sus preferencias; un servicio de apoyo a las personas en situación de soledad no deseada, que se desplegará en la intensidad que se precise como un servicio específico de la Teseasistencia avanzada; o un teléfono gratuito para que las personas con sentimientos de soledad no deseada realicen un contacto social que les permita involucrarse en actividades grupales de su entorno cercano o si hay indicios de que necesita atención profesional, ser derivado a su CEAS correspondiente para que valide esta necesidad y pueda, bien incorporarse a la teleasistencia avanzada, o bien ser derivados a la atención de los equipos de Promoción de la Autonomía Personal.

Además, el plan pondrá en servicio plataformas y aplicaciones informáticas para facilitar la conexión de las personas solas con otras personas, “propiciando nuevas relaciones sociales y con los servicios públicos”. Este recurso también posibilitará el acceso de las personas a actividades de aprendizaje a lo largo de la vida, así como otras vinculadas al envejecimiento activo y a la socialización entre personas con sensibilidades afines. En esa línea, Familia potenciará las actividades dirigidas a evitar la brecha digital.

Con este Plan, Castilla y León apuesta por combatir la soledad mediante la adopción de un conjunto integral de actuaciones para proteger a las personas vulnerables frente a las consecuencias negativas del aislamiento social. La Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades defiende esta iniciativa en el marco de la batalla para mejorar la vida de las personas.