En los últimos tiempos el fútbol estaba siendo un deporte muy aburrido con todos los equipos queriendo controlar el juego en el centro de la campo, olvidándose de que la salsa de este deporte está en el juego ofensivo y, en consecuencia, de los goles, sin los cuales muchos partidos acababan empatados a cero o con otros resultados similares pero siempre raquíticos.
El Mundial de Catar ha destacado, por el número de goles marcados, como el mejor de la historia, con 172 goles
Sin embargo el Mundial de Catar ha destacado, por el número de goles marcados, como el mejor de la historia, con 172 goles, por delante del de Francia de 1988, en el que se marcaron 171 goles, las dos únicas ocasiones en que se han superado los 170 goles en la historia de este deporte. Y ha sido, curiosamente, España, eliminada en los octavos de final ante Marruecos, la que ha ofrecido la mayor goleada del campeonato a derrotar por 7-0 a Costa Rica en la fase de clasificación.
Es una buena señal y un aliciente que haya vuelto el fútbol ofensivo y que este mundial pueda servir de aviso para que los entrenadores tomen nota de que sin goles el fútbol pierde gran parte de su esencia y para que se animen a plantear los partidos con más espíritu ofensivo para no volver a caer en la monotonía del luego en el centro del campo, falto de ataque y de goles.
Enrique Stuyck Romá