Ante el cambio importante de la RGI -Renta de Garantías de Ingresos-, entendemos que como prestación debe apoyarse al ser precisa para ciertas personas que de verdad lo necesitan y así lo demandan, pero es cierto que sin negarla predispone a la picaresca y a que no se incentive la búsqueda de empleo, máxime cuando hay trabajadores en activo y pensionistas que han cotizado que no llegan a esas retribuciones fijadas en dicha ley. Por ello deberá buscarse una fórmula que evite no solo los abusos que ya se vienen dando, sino evitar que suponga un sueldo vitalicio para muchos como ya viene sucediendo y que por ello no dan un palo al agua.
Así que ojo y mayor control por parte de las instituciones para evitar esa picaresca, el fraude y premiar el mínimo esfuerzo o la vagancia al igual que el efecto llamada que pueda suponer, en detrimento de los verdaderos necesitados y de la sociedad en general que es la que contribuye.
Ángel Santamaría Castro