La Opinión de Zamora

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Carmen Ferreras

Zamoreando

Carmen Ferreras

Cierto olor a lista

Cada partido ya sabe quién va a ser su candidato

ILUSTRACION. HOMBRES TIRANDO DE CUERDA. PABLO GARCIA

No soy la única que lo percibe. Son muchos los zamoranos que lo han empezado a notar. Huele a lista. En unos casos con un grato aroma y en otros desprende un tufillo raro. ¿No me diga que no ha notado el olor a lista electoral? Está en el ambiente. Se percibe fácilmente a poco que se conecten los cinco sentidos. Tengo la sensación de que cada partido de los que concurrirán a las próximas elecciones ya sabe sobradamente quién va a ser su candidato, el cabeza de lista que se dice. Alguien me ha dicho que el fundamental es el primero y que los demás no tienen importancia. ¡Error! Si los primeros no afinan con los segundos y demás, la lista puede ser un fracaso.

Me da mucha pena, ver a los que aspiran a ser parte de esas listas tan deseadas, corriendo como ovejitas detrás del candidato, con lo cual desvelan la identidad del susodicho que se guarda a buen recaudo hasta que se dé luz verde para su publicación. Alguien me ha dicho: “Mientras no lo diga La Opinión-El Correo, es decir, nuestro periódico, todo son especulaciones”. No. Las ovejas delatan la situación.

Cuesta entender es que procedentes de listas perdedoras quieran repetir

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¿Cómo es posible que se babee de la forma que algunas personas lo hacen por estar en una lista ya sea al Ayuntamiento, al Congreso o al Senado? Tiene que ser muy duro perder, por ejemplo la silla de senadora, en los actos institucionales, o la condición de concejal o las otras no menos deseadas de diputados provinciales y procuradores. Unos, lo llevan con elegancia, con hidalguía, otras, por citar ambos géneros, lo llevan fatal. No caen en la cuenta de que no se puede vivir toda la vida de la política. Hay que dar paso a la savia nueva, sin olvidar la experiencia acumulada y el saber de la vieja savia.

Desde que huele a lista electoral, se producen escenas de lo más jocoso, de lo más penoso y también de lo más vergonzante. Los comportamientos y actitudes de los aspirantes también delatan su deseo que debe pasar por la elección del “number one” y, lógicamente, después de la pertinente campaña, por las urnas. Lo que cuesta entender es que procedentes de listas perdedoras quieran repetir y estén poniendo toda la carne en el asador para conseguirlo. Como dice mi amigo Paco, nos vamos a reír mucho. A lo mejor vamos a llorar.

Por si acaso, voy a emplear una frase del santo de Hipona, que utilice el otro día en una presentación: “La soberbia no es grandeza sino hinchazón; y lo que está hinchado parece grande pero no está sano”.

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