La Opinión de Zamora

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Manuel Antón.

Dejen en paz a Feijóo

Por fortuna, la mayoría del pueblo llano tiene ya muy calado al “Pinocho de La Moncloa”

Alberto Núñez Feijóo.

Señoras y señores ministros, dejen de meterse con el señor Feijóo y hagan algo para que España no sea el país de la Unión Europea con mayor tasa de paro, uno de los más endeudados -su deuda pública roza el 120% del PIB- y, lo peor, el que está soportando la tasa de inflación interanual más alta.

Aunque en los tiempos que corren, reivindicar el derecho a saber la verdad de cuantos asuntos interesan pueda parecer un anacronismo, creo que la sociedad española tiene derecho a saber, o mejor dicho, a exigir a su Gobierno que no le cuente milongas, que llame al pan, pan, y al vino, vino y, si es que sabe y puede, que deje de meterse con los demás y se ponga manos a la obra para intentar solucionar los problemas de los españoles, que no son pocos.

A los españoles nos interesa saber qué va a hacer el Gobierno para que los precios de los artículos de primera necesidad no solo no sigan subiendo, sino que bajen lo necesario y suficiente como para que en el seno de una familia normal las cuentas puedan cuadrar a fin de mes.

A los españoles también nos interesa saber qué va a hacer el Gobierno para reducir la deuda externa y para que baje “realmente” la tasa de paro; y si, en lugar de seguir comprando voluntades, está dispuesto a cambiar el paso y motivar a los emprendedores y a los autónomos que, como en todos los países decentes, son los que crean empleo y riqueza. Para evitar que España, además de todos los males que ya padece, se convierta en un país en el que lo que imperen sean los “estómagos agradecidos”, no sería malo cuidar tanto a los unos como a los otros, pues ambos sectores son siempre los que más se arriesgan y los que tiran del carro.

Pero no, la consigna del señor Sánchez, que siguen a pies juntillas varios de sus ministros y ministras, es poner a parir a Alberto Núñez Feijóo, precisamente porque es su antítesis y porque, según vaticinan todas las encuestas, será quien tenga que coger “la patata caliente” que van a dejar los sanchistas sobre la mesa cuando por imperativo electoral tengan que irse a sus respectivos retiros -¡mucho ojo a las puertas giratorias que tanto han criticado!-

Si toda esa caterva de irresponsables que se sientan en el banco azul del Congreso tuviera un mínimo de educación y dignidad, más le valdría dejar en paz al señor Feijóo y dedicarse a lo que deben, que no es otra cosa que trabajar para procurar el bien de todos los españoles, y no solo el de los que, entiendan, puedan ser su potencial electorado. Tal y como van las cosas, en las próximas generales, como ha sucedido durante doce años en Galicia, muchos socialistas van a preferir a Feijóo porque sus capacidades, su moderación y su cordura convencen más que la imagen de quien un día debió creerse que su figura podía dar dignidad estética a la mentira. Por fortuna, la mayoría del pueblo llano tiene ya muy calado al “Pinocho de La Moncloa”.

El líder del PP, tras encajar con elegancia los insultos e improperios que le han lanzado los miembros del Gobierno -no hace daño quien quiere sino quien puede- ha pedido la comparecencia en el Senado del presidente Sánchez para que concrete: “qué medidas va a adoptar para luchar contra la inflación y la incertidumbre que vive el país”, que es lo que verdaderamente interesa a todos los españoles.

Los improperios que le han dedicado a Feijóo algunos ministros y ministras del Gobierno de Sánchez no han servido más que para poner en evidencia el nerviosismo en el que viven quienes saben que les queda muy poco en el convento y, debe ser por eso que, por indicación de quien les manda, han decidido “bajar al barro” y ensuciarse las manos tachando de ignorante, incompetente, sectario, cínico, inmaduro, insolvente, mentiroso… a una persona que antes de entrar en política ya demostró su valía personal. Alberto Núñez Feijóo es licenciado en derecho por la Universidad de Santiago de Compostela y pertenece por oposición al Cuerpo Superior de la Administración General de la Xunta de Galicia, del que está en excedencia; antes de llegar a presidir el PP a nivel nacional, fue presidente del PP de Galicia y acumuló cuatro mayorías absolutas en las elecciones a la Comunidad gallega; y previamente ocupó varios cargos públicos en la Xunta y presidió la Sociedad Estatal de Correos y Telégrafos -por su encomiable labor al frente de dicha sociedad fue condecorado con la Gran Cruz de la Orden de Isabel La Católica-.

Me gustaría saber cuántos de los ministros y ministras que han llamado ignorante, insolvente o incompetente, entre otras muchas lindezas, al señor Feijóo, tienen un currículo parecido al del actual líder del PP, que, salvo imprevistos, va camino de ser el próximo presidente del Gobierno de España, mal que le pese al actual inquilino de La Moncloa y a la exigua minoría que, a pesar de todas las contradicciones en que el susodicho ha incurrido, aún sigue embelesada con el “desencorbatao”.

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