La Opinión de Zamora

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Laura Rivero

Alta Velocidad Europea a la despoblación

Después de tantas inversiones, a Zamora no han llegado el desarrollo y las ventajas que las costosas infraestructuras y fastuosas inauguraciones prometían

AVE en la estación de Zamora.jpg EMILIO FRAILE

Después de varios días de recopilación de noticias y estadísticas que ponen de manifiesto la alta velocidad alcanzada por la despoblación de Zamora y su aceleración en los últimos años, por fin la portada de este diario nos trae una presunta buena nueva: “Zamora estrena conexión con Alicante en menos de 4 horas gracias al AVE” ¡Y gracias a un nuevo túnel que nos acerca al cálido mare nostrum!

Pero si digo “presunta” buena noticia es porque en el subtítulo de ésta ya se nos advierte de lo que puede pasar en el futuro, si tenemos en cuenta lo que nos sucede en el presente: que la alta demanda del servicio ferroviario del AVE a Galicia impide a los zamoranos tener billetes para llegar en este tren a Madrid. Algo que llevan denunciando los usuarios habituales de la alta velocidad hace meses, y sobre todo durante todo el verano, cuando la oferta turística lleva a los madrileños a acaparar los billetes de ida y vuelta entre Galicia y Madrid que -como se sabe desde el inicio de la tan laureada vía férrea- es prioritario para un tren pensado para las largas distancias, algo menos para las medianas, y nada para las cercanías.

De lo cual se deduce que las buenas noticias de comunicaciones de Zamora, como ésta que nos permite llegar en tren al plácido azul Mediterráneo casi antes que al fiero Atlántico en A Coruña, deben analizarse con calma y racionalidad más que con mera propaganda.

El AVE llega a Alicante a las 9 de la noche, y vuelve de regreso a las 7 de la mañana. Eso sí, la ventaja es que los zamoranos estaremos protegidos del sol, y nuestros escasos jóvenes podrán disfrutar de las fiestas nocturnas en la playa

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Para empezar, y a falta de saber el precio del billete y si éste es asequible a nuestro sueldo medio y nuestras pensiones más bajas de España, el primer chasco nos lo llevamos al ver los horarios. Porque si ya estábamos preparando la bolsa nevera con vino de la tierra y el bocadillo de pimientos para pasar un día de playa, resulta que hay que cambiarlo por el hielo para las copas y el termo de café para pasar una noche al fresco del mar. Porque el AVE llega a Alicante a las 9 de la noche, y vuelve de regreso a las 7 de la mañana. Eso sí, la ventaja es que los zamoranos estaremos protegidos del sol, y nuestros escasos jóvenes podrán disfrutar de las fiestas nocturnas en la playa. Y los alicantinos podrán venir a bañarse en nuestro particular “Benidorm” en los Pelambres.

De momento, y pese a la falta de billetes en el AVE entre Madrid y Galicia, ya existe un claro perjudicado, que es el grandioso Atlántico o el más pequeño Cantábrico que han acogido por su cercanía durante muchos años a los zamoranos que no podían acercarse al Mediterráneo.

Una pequeña competencia desleal que se suma a la gran competencia que existe entre el corredor de transporte europeo de mercancías Atlántico en el norte, y el corredor Mediterráneo del sur, enfrentados por la velocidad de su desarrollo y con el desarrollo de las comunidades autónomas que atraviesan, cuyos mandatarios políticos y empresariales se están asociando para defender sus intereses enfrentados. Ninguno pasa por Zamora, claro. Tal vez nos prometan un ramal.

Como nos prometieron que se iba a reabrir la línea férrea de la Plata, que nos comunicaba por el este zamorano desde el Cubo de la Tierra del Vino hasta Pobladura del Valle, pasando por Zamora y Benavente y uniendo las hermosas comarcas zamoranas donde también podríamos ir a pasar un día de fiesta y descanso, con playa fluvial incluida; y más allá, a conocer el patrimonio y las mantecadas de Astorga y a estudiar a Salamanca; y más aún, a las playas de Asturias y a las de Andalucía.

Además, hemos visto en este triste verano de incendios y pérdidas cómo se consumían bajo el fuego algunas de las magníficas estaciones de piedra, cerradas hace años, del ferrocarril que atravesaba y paraba en la Sierra de la Culebra, donde sólo un tren sigue parando “a la demanda” en los pueblos entre Valladolid y Puebla de Sanabria. Un tren donde tampoco hay ni siquiera un interventor, para poder ayudar a personas que, como la maquinista del incendio del pueblo mediterráneo pero de montaña de Bejís, tuvo que salvar sin ayuda a los viajeros. Otro recorte en la prevención de desgracias.

El caso es que después de varios años en los que en Zamora se construían autovías que nos iban a traer el desarrollo, y se cerraban trenes tachados de obsoletos, de vía única y con parada en todos los pueblos como la línea Ruta de la Plata. Después de que la línea ferroviaria entre Madrid y Galicia pasando por Zamora se abandonara sin electrificar y sin poner la vía doble para la que fueron construidas las grandiosas obras de ingeniería de sus túneles y viaductos. Después de que el AVE entre Madrid y Galicia pasando por Zamora se construyera sólo para el transporte de viajeros y con solo una vía, y con billetes reservados prioritariamente para las grandes distancias y no para que los zamoranos fuéramos a Madrid. Después de que podamos ir a Alicante en AVE a pasar una maravillosa noche de playa y baño a la luz de la luna.

Después de tantas inversiones, a Zamora no han llegado el desarrollo y las ventajas que las costosas infraestructuras y fastuosas inauguraciones prometían. Y que nunca fueron pensadas para esta tierra. Parece que Europa también nos ha destinado a la vía única de la emigración y a la Alta Velocidad Europea para despoblarnos.

Eso sí, ahora podemos hacerlo más deprisa y en directo hasta Alicante. Sin transbordos. Todo son ventajas.

¿Alguien puede explicarnos por qué hemos perdido tantos trenes?

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