A perro flaco todo son pulgas. Zamora de nuevo vuelve a estar en una triste estadística: la del peor incendio en Castilla y León y uno de los más grandes de España desde que se tienen datos. Más de 30.000 hectáreas calcinadas es el resultado catastrófico de lo ocurrido en el espacio protegido natural de la Sierra de la Culebra. El origen, un rayo. La estadística dice que esta causa es la más baja de todas, pero nos ha tocado. Al igual que “nos tocan” otras muchas tristes estadísticas: somos la provincia con mayor despoblación (un 34% desde 1970); estamos de los primeros en tiempos de espera para una intervención quirúrgica (que no han hecho más que aumentar año tras año hasta llegar a los 91 días actuales); también estamos en el top sobre los kilómetros que tenemos que conducir para ir al centro de salud, porque los consultorios médicos se van cerrando. Somos la provincia récord acumulando purines de las macrogranjas que apenas dan puestos de trabajo, contaminan nuestros suelos y obligan a cerrar la ganadería extensiva y familiar. Y podríamos seguir enumerando los motivos por los que sí conseguimos ser líderes en algo: somos líderes en estadísticas de grandes tristezas y pocas esperanzas.
Todas estas estadísticas no son casuales, excepto la del rayo. Son consecuencia directa de la gestión de la Junta de Castilla y León, sin paños calientes. La falta de medios, puestos de trabajo, centros de salud y, en general, de oportunidades, son el motivo de la despoblación y ésta es la razón por la que los campos se abandonan. Si a esto le añadimos que la Junta no había lanzado aún la campaña de incendios de este verano, que usamos un protocolo de incendios distinto al de otras Comunidades, que se han reducido los medios de extinción... y otra enorme lista de negligencias, hace que las casualidades bajen y aumenten las certezas de que este Gobierno es absolutamente incapaz de asumir responsabilidades.
Pero la responsabilidad la tenemos los ciudadanos, porque tenemos que cambiar de una vez esta Comunidad, tenemos que frenar la hegemonía de 32 años de poder del Partido Popular, al que se le sigue votando a pesar de que nunca ha sabido qué hacer en Castilla y Léon, no hay proyecto político, ni una estrategia clara, gobiernan al albur de los acontecimientos. El PP fue el partido más votado de la provincia (de nuevo otra triste estadística). Pero ¿por qué?, ¿por qué sufrimos una amnesia brutal a la hora de ejercer nuestro derecho al voto en esta comunidad? ¿por qué volvemos a votar a los causantes de tantas estadísticas tristes? ¿Por qué la izquierda no es capaz de transmitir este mensaje?
Debemos salir de este conformismo y espíritu servil. No podemos esperar cuatro años arriesgándonos a caer de nuevo en nuestras pertinaces amnesias.
Fernando García
