En conversación reciente con un empresario zamorano, me comentaba con satisfacción, los apoyos recibidos del Gobierno Central por todas las ayudas recibidos durante este tiempo de crisis y de enormes dificultades, que, en su caso, le había permitido, no solamente mantener el negocio, también mejorar la actividad, con una nómina, en ocasiones, de cerca de cincuenta trabajadores. Ciertamente otras empresas y otros trabajadores no han tenido la misma fortuna.
Viene a cuento porque conviene recordar de dónde venimos y en qué condiciones, porque se cumplen cuatro años de la sentencia Gürtel que dio ocasión al actual Gobierno, después de una moción de censura inevitable por los casos de corrupción y de apatía del Partido Popular liderado por el señor Rajoy. Durante todo este tiempo, y a pesar de las dificultades, como la pandemia, la crisis económica, la guerra en Europa y como si fuera poco hasta la erupción de un volcán que tanto daño y tanta solidaridad creo. Con todo y con las difíciles condiciones de gobernar en minoría, el Ejecutivo, ha actuado con decisión, con diálogo y negociación con todos los partidos y con algunos ha llegado a pactos, llegando a convenir 140 iniciativas legislativas, sin precedentes en la vida democrática de nuestro País. Eso sí con un permanente dialogo sin antecedentes en la historia de la democracia
No pretendo hacer un relato exhaustivo de los resultados y avances que han beneficiado a los españoles, sobre todo a los más necesitados. Recordaré algunos logros que han modificado y mejorado la vida de muchos de nuestros compatriotas. Se ha conseguido que tengamos más de veinte millones de empleos, con un 50% de contratos indefinidos y un salario mínimo de mil euros al mes. Se ha gestionado 140 mil millones de euros de los fondos europeos para impulsar la recuperación económica y para la industrialización, con la atención y protección a las economías de las familias más vulnerables, con la mejora de la afiliación a la Seguridad Social, bajando el número de parados; menor tasa de desempleo; más empleo juvenil; mayor afiliación de mujeres a la seguridad social; bajada de la temporalidad de los contratos y por lo tanto mayor contratación indefinida; y subida de las pensiones de jubilación, entre otros logros que hace poco tiempo nos parecía imposible conseguir.
¿Por qué el Partido Popular, antes de Casado y ahora de Feijóo, se opone sistemáticamente a todos los proyectos llamados de Estado que afectan y mejoran la vida de todos los españoles?
Reconociendo que aún estamos sufriendo las consecuencias de la crisis en general, como todos los países del mundo, por la pandemia la guerra y sus consecuencias de todo tipo y que por lo que parece no tenga un fin cercano. Una pregunta se hace inevitable y por lo tanto conviene hacerla pública: ¿Por qué el Partido Popular, antes de Casado y ahora de Feijóo, se opone sistemáticamente a todos los proyectos llamados de Estado que afectan y mejoran la vida de todos los españoles? La respuesta no puede ser que sea, la excusa para desgastar al Gobierno aduciendo motivos ideológicos, cuando con ese comportamiento se perjudica al conjunto de los ciudadanos. Naturalmente a los ciudadanos que más precisan el apoyo solidario del Estado y de todas las instituciones públicas y también privadas, como se está demostrando, con un comportamiento ejemplar y solidario.
De tal manera que las razones últimas que obstaculicen las iniciativas razonables, terminan siendo pura y llanamente oportunistas y decididamente partidistas. Por supuesto, desgastar y deslegitimar al Gobierno. Posiblemente, la influencia y las presiones de Díaz Ayuso, también la derecha judicial y mediática, impiden al Partido Popular comportarse como una posición democrática.
Contrasta este comportamiento negativo y ausencia de compromiso, que se produce en algunos sectores de nuestro país, con el reconocimiento que tanto para España, su Gobierno y su presidente, sean tan positivos en la mayor parte de los países, hasta el punto que el presidente noruego Borge Brende se interese por la situación de España y pregunte a Pedro Sánchez: “El paro está bajando en España, crecen las inversiones y también ha habido nuevas reformas. Muchos economistas dicen que no pueden hacer reformas laborales y de pensiones y que haya crecimiento. Ustedes lo han conseguido. ¿Pueden otros países aprender de su ejemplo?”, ha proseguido Brende…
Otra reflexión, que es de una oportunidad evidente, si en la la mayor parte de los países, fundamentalmente en Europa, se reconoce el esfuerzo que tanto el pueblo español, como su Gobierno y el propio Presidente Pedro Sánchez han realizado y continúan haciéndolo: ¿Por qué ese empeño, de algunos, en no reconocerlo llegando a intentar desacreditarlo alejándose del Estado de Derecho, creando un estado de bronca permanente?
