Este año 2022 empezó con una mala noticia para la seguridad vial, que es la seguridad de todos, y es que durante el mes de enero se han registrado un total de ochenta y siete siniestros viales, en los que han resultado fallecidas cien personas.
Cifras que son para un mes de enero las peores que se registran desde el año 2012.
Es importante hacer público que se han duplicaron los fallecidos en autopistas y autovías, y que doce de los fallecidos registrados, circulaban sin sistemas de protección o retención, concretamente, once circulaban sin cinturón de seguridad y uno sin casco.
La conducción no es un juego, y que en la seguridad vial no existen las segundas oportunidades
No nos cansamos de recordar que la conducción no es un juego, y que en la seguridad vial no existen las segundas oportunidades, que la precaución y la prudencia juegan un papel fundamental, al igual que el estricto cumplimiento de las normas de circulación, para llegar sanos y salvos a nuestro destino, y que entre todos podamos reducir fallecidos, heridos graves, cifras y datos, y dejemos de familiarizarnos con crueles estadísticas que reflejan el dolor y la perdida.
La pandemia de COVID-19 nos ha dejado secuelas psicológicas a todos, en mayor o menor medida, y esas secuelas se reflejan también en la conducción, ya que tenemos conductores agresivos, donde su ira y enajenación se reflejan a la hora de circular por las vías, y ponen de forma constante en peligro la vida de personas.
(*) Delegado provincial en Zamora de la Fundación Avata de ayuda al accidentado