Tengo la seguridad que antes del último párrafo, será una legión de funcionarios interinos, los que deseen mancillar mi cadáver. Habrá varias legiones de funcionarios, como yo que estarán de acuerdo, aunque no se manifiesten.

Soy funcionario de carrera desde hace 42 años, me siento orgulloso. Accedí a mi plaza mediante oposición nacional, no voy a decir que amable, cuando España era Una.

Las interinidades están debidamente legisladas desde la Justicia y el sentido común. Si en un periodo razonable (+/- 4 años.) se demuestra su necesidad, la Administración tiene la obligación de incluirla en la OPE, en caso contrario debe ser amortizada. Los aspirantes deberían superar una selección e ir rotando en el puesto para facilitar la igualdad. Es sangrante que opositores de turno libre con nota de 9, sean desplazados por interinos que han ido acumulando puntos como el polvo de los libros en la estantería. La perversión del sistema ha llevado a que esta situación esté manipulada por nuestros amados líderes y sus cachorros los sindicatos.

Nos dejan perplejos los funcionarios interinos con sus plañidos pidiendo la propiedad de su plaza por el hecho de llevar ahí varios años, como los niños en la Noche de Reyes. Como dicen nuestros sabios filósofos rurales: “ Si buena muerte me diste, mejor sepultura merezco.”

F. Mario Santos