La solidaridad no es sólo un pensamiento, una idea, una corriente o una tendencia, la solidaridad es algo que se debe aplicar en nuestro día a día si en verdad creemos que la solidaridad y la ayuda mutua son los medios más importantes para que las especies animales sobrevivan. La solidaridad nunca puede ser un sentimiento superficial, “es la determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común, es decir, el bien de todos y cada uno para que todos seamos realmente responsables de todos”. No puedo estar más de acuerdo con Juan Pablo II. A muchos, eso del bien común, de ser responsable del prójimo, les suena a chino. Pero es que, eso, es la solidaridad, no en vano como reconoce el filósofo, médico y escritor Albert Schweitzer “el primer paso en la evolución de la ética es un sentido de solidaridad con otros seres humanos”

Todo este preámbulo en defensa de la necesidad de que los seres humanos seamos solidarios viene a cuento porque el 31 de agosto de cada año, es decir, hoy, se celebra el Día Internacional de la Solidaridad. Esta fecha se eligió en honor al movimiento social polaco ‘Solidaridad’ que fue representado cuando nacía la década de los 80 por el gremio sindical ‘Solidarnosc’. Se viene conmemorando desde el año 2000.

Cabe recordar que este movimiento fue uno de los tantos responsables de la caída del muro de Berlín. Uno de sus dirigentes, quizá el más afamado, Lech Walesa, fue consagrado con el Premio Nobel de la Paz, gracias a que promovió los ideales de la solidaridad no solo en su país de origen sino por todo el planeta. Ahí están los libros de historia, a veces tan viciados, para recordarnos unos hechos que figuran en sus anales.

No sé qué tal vamos los humanos de solidaridad. Se advierten fallos. Los zamoranos, demostrado está, somos gente solidaria. Lo cierto es que el propósito de este día no ha variado mucho desde que se fundara el partido sindical polaco. En realidad, se fundamenta en un principio básico, que recordaba al comienzo, el de la ayuda mutua o el ser solidario con los otros. Quizá no debamos confundir solidaridad con caridad. La solidaridad nace del concepto de la justicia y de la igualdad, mientras que la caridad surge de la compasión. Eduardo Galeano es más tajante: “La caridad es humillante porque se ejerce verticalmente y desde arriba; la solidaridad es horizontal e implica respeto mutuo”.

Hoy, pero también mañana y el resto del año, toca celebrar la solidaridad, hay que festejarla con un espíritu propiciado por el bien común. No lo olvidemos.