Las encuestas, al igual que las bicicletas, son para el verano. Las encuestas y los test de inteligencia nunca pasan de moda. Siempre que haya personas dispuestas a responder cualquier tipo de pregunta que se le formule, las encuestas están aseguradas. Circula por ahí una asegurando que el 49,9% de los españoles no tiene pensado irse de vacaciones este verano, mientras que el 45,1% si se irá de vacaciones o ya se ha desplazado cuando esto escribo. En el terreno de no sabe o duda se sitúan un 4,9% de los españoles. Eso dice el CIS. Conociendo a Tezanos hay que preparar la tela de juicio por si acaso.

Lo más curioso es que este año, lejos de grandes distancias que pueden comprometer la vuelta a España a causa del virus, los turistas nacionales, nosotros, nos quedamos o quedaremos en España. Un 88,8% viajará a lo largo y ancho del territorio nacional, archipiélagos incluidos y tan sólo un 8,8% tiene pensado viajar al extranjero. Entre estos se encuentra mi amiga Patricia que tiene querencia por El Algarve portugués y disfruta de lo lindo en un lugar que a mí también me encanta.

España cuenta con lugares maravillosos, poco conocidos, que merece la pena visitar y recorrer. Con el aliciente de nuestra gastronomía. Aunque sea un bocata de calamares, hecho aquí, sabe a gloria bendita con respecto a allí, donde no tienen ni idea. Entendiendo por allí cualquier país extranjero que se le ocurra. España es un extraordinario país de acogida para propios y para extraños. Los lugareños son gente amable que hacen muy fácil las estancias, hablo fundamentalmente del turismo de interior.

En cuanto a la extensión de las vacaciones, la cosa está entre una y dos semanas. Sólo un 29,4% dedicarán a sus vacaciones estivales más de dos semanas. Los que se quedan en casa también tienen alternativas. El pueblo, las terracitas, los paseos nocturnos, los embalses, las piscinas. Eso sí, por favor, guardando la obligada distancia y sin prescindir de la mascarilla. Es mejor olvidarse el bikini antes que la mascarilla. La autoridad sanitaria en Zamora se muestra preocupada y no podemos seguir siendo causa de esa preocupación que no les deja vivir.

Viajemos, pero de forma segura. Disfrutemos, pero de forma responsable y dejémonos de experimentos. Por cierto, a la hora de desplazarse, los encuestados dijeron preferir, de forma abrumadora, el vehículo propio. Todo cabe en esos maleteros que flexibilizamos a fuerza de empujar maletas y paquetes. Viajar ligeros de equipaje, como aconsejaba el poeta, no va con los españoles. No nos llevamos la casa a cuestas porque el síndrome del caracol no nos afecta.