Y es que sobre “la cuestión de la vivienda” se ha reflexionado, estudiado y escrito, al menos desde finales del XIX. Lenin, en su texto de 1917, “El Estado y la Revolución” alude a la obra de Engels sobre este particular, aludiendo a “los obreros que carecen de vivienda” , a las “expropiaciones”, etc., por cierto, “no les suena”… Y es que si nadie carece de una” vivienda digna” no habrá sustracción de “legítimas propiedades” ni de “dictaduras” de nadie, …” La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos;”, “el justo y equitativo reparto de bienes”…

Y la Iglesia Católica siempre preocupada, ocupada y aportando doctrina para concienciar sobre la necesidad de solucionar la carencia de vivienda de nuestros hermanos más vulnerables. ¿Qué has hecho de tu hermano sin techo? La Iglesia habla ante la carencia de vivienda en el documento de la Pontificia Comisión “Justitia et Pax”, con ocasión del “Año internacional de la vivienda para las personas sin hogar”, carta de su santidad el papa Juan Pablo II.

Y es que, también, la OCDE pone de manifiesto en su informe titulado “Brick by brick. Building better housing policies” (Ladrillo a ladrillo. Construyendo mejor políticas de vivienda), de 31 de mayo de 2021, la carencia, en “la piel de toro” de viviendas, especialmente para las jóvenes generaciones, a lo que los poderes públicos y la iniciativa privada, al ser posible colaborando ambas estrechamente, han de procurar darle solución, y que “España destaca precisamente el escaso gasto dedicado a las políticas de vivienda en su conjunto, del 0,1% del PIB”;´ y que reseñaban los medios de comunicación del pasado lunes día 14 de junio; como también a equidad, el bienestar general, la paz social, el Derecho, la economía, el sentido común, así lo requieren.

Por cierto, los arquitectos y docentes de la edificación, como Francisco Javier Sáenz de Oiza, también han proyectado viviendas sociales; profesor del departamento de Instalaciones y titular de la cátedra de Proyectos, de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid; como el Poblado de Absorción de Fuencarral , entre otras.

Y como en toda actividad humana el saber, el talento, el esfuerzo, el afán de superación, el espíritu de servicio, el ánimo de emprender, el trabajo en equipo, la sensibilidad, la empatía, la conciencia bien formada, el sentido del deber, fundamentales para lograr la construcción de hogares.

Y la “imaginación al poder” de los “chicos del 68”, hoy “simpáticos abuelitos”. Gracias.

Marcelino de Zamora