Cuando veo los campos llenos de encinas y las bellotas por el suelo sin que nadie las recoja, pienso que podrían ser alimento de miles de animales. Faltan manos y faltan animales, faltan ideas y proyectos serios, elaborados por técnicos competentes. Por doquier en nuestra provincia, se ven campos y no malos sin cultivar, obras de titularidad vecinal eclesiástica o particular descuidadas, deterioradas, como que no tienen amo. Nadie sin un sueldo, pero nadie tampoco sin trabajo y a realizar algunos se aprenden en poco tiempo. En otros tiempos en los años se idearon los planes y polos de desarrollo en ciudades, los pueblos de colonización en el campo. Nuestra tierra admite a muchos que labren los campos y cuiden los animales de todas las especies, pero con mimo y saber. Y si los propios no quieren, que vengan los de las pateras, de China o de donde sea. A todos los que llegan a nuestra tierra, un cariño, una acogida, una cordialidad, escuelas, médicos, iglesias y también un trabajo y su remuneración. En Bermillo de Sayago vi una luz, ya se ha instalado una buena tienda, bien surtida y buenos precios, regentada por una mujer de China. En los lugares de trabajo en Madrid se ven muchos, ninguno ocioso, pidiendo o en el paro. Todos trabajando y mucho Y claro que la gente vuelve a los pueblos para vivir en ellos de forma confortable. Pero hay que mejorar todo. Las oficinas contra la despoblación atenderán a 245 pueblos de Zamora (la Opinión 16.11. páginas 1 y 5). Ahora que se habla tanto de reconstrucción, del dinero que Europa va a entregar a España, se escucha muy poco de los proyectos que hay que presentar. Pienso que hay que terminar con los lamentos y mirar qué hacer en cada rincón de la provincia.

El 16 de noviembre (La Opinión, p. 6) leíamos: “Ahora Decide lamenta verse ignorado por el equipo de gobierno de la Diputación. En la información a cuatro columnas encontramos lamentos y más lamentos de su representante, pero propuestas y modos de actuar, ninguna. Lamentos porque no se les tiene en cuenta ¿Para qué? No lo dicen. Es triste que se silencien las voces y sobre todo los deseos de a quienes dicen representar, pero eso es una cosa y otra que los elegidos presenten y defiendan lo que sus electores quieren. Este silenciar a la población sería lo denunciable y castigable. Es la hora de ponernos todos a aportar lo que podamos, ideas, sugerencias, planes, tenemos que hablar los responsables de las instituciones, convocar a vecinos y entidades para poder pedir lo que se precise y argumentar para qué y por qué. En esta tarea, no es posible que alguien se quede a tras porque sea de la oposición. Georg Bush pienso que nos ofrece un modo de actuar muy humano, cristiano e inteligente. Transcribo lo que leí en eses periódico y que merece ser conocido y puesto en práctica

El 9 de noviembre este periódico, en su página 23, informaba de lo siguiente y cito textualmente, pues hay informaciones que, por su importancia, en este caso ética, moral, de comportamiento ciudadano, político, merecen recordarse por mucho tiempo y sobre todo, tratar de emular tales actitudes. El texto en cuestión decía: “El expresidente de EE UU Georg Bush (compañero y miembro del partido del perdedor) felicitó a Biden por su victoria en las elecciones que calificó de justas e íntegras y le dio las gracias por el patriótico mensaje que transmitió en su discurso de aceptación. Y sigue diciendo:” aunque todos tenemos muestras diferencias políticas, sé que Joe Biden es un buen hombre que se ha ganado la oportunidad de liderar y de unificar nuestro país. Los estadounidenses pueden confiar en que estas elecciones fueron en esencia justas, que su integridad fue defendida y su resultado es claro. Bush afirma, he hablado con el elegido y le ofreció sus oraciones para su éxito y su compromiso de ayudar de todas las formas que pueda”. En esta hora importante no sobra nadie. No podemos permitirnos la tontería de no escuchar al políticamente rival. Todos a una por una Zamora nueva, moderna ilusionante para muchas personas más. Todos con mentalidad abierta para integrar lo bueno venga de donde venga: dineros, personas, ideas. Los pocos que quedamos en las zonas rurales, que son las más de la provincia, casi nos ahogamos de tanta soledad.