Ya lo sabíamos, pero la pandemia ha refrendado que la izquierda, ya sea en el conjunto del país o en el Ayuntamiento de Zamora, es incapaz de generar ingresos sin subir impuestos. El próximo año, y tras la aprobación en Pleno de las cuentas municipales, los zamoranos seremos más pobres y tendremos menos inversiones gracias a la gestión de un grupo de concejales de Izquierda Unida cuyo único mérito será hacer felices a los bancos: el lugar en el que guardan el dinero sin que los vecinos vean que su barrio esté mejor o que la ciudad prospera con la llegada de empresas.

Hay que empezar a desengañarse ya con la gestión de Guarido. Lleva ya casi seis años al frente de la ciudad y Zamora es hoy, sin duda, una ciudad peor a la que lo era cuando llegó al poder. Zamora pierde población, pierde empresas y pierde jóvenes que huyen despavoridos ante la falta de oportunidades de encontrar un empleo en su ciudad.

En 2021 los zamoranos volveremos a ver cómo el Ayuntamiento seguirá enriqueciéndose a costa del bolsillo de los vecinos de la ciudad. Guarido ha dado la espalda ya a los trabajadores que siempre asegura defender. Ellos serán los que paguen la maquinaria colosal de funcionamiento del Consistorio: cada día es más caro abrir las puertas y encender las luces de la casa de todos los zamoranos. Cerca del 90 por ciento del Presupuesto se va entre salarios y contratos ordinarios del día a día… Y 42 millones de euros en los bancos con las necesidades que tienen todos los barrios de la ciudad.

¿Dónde va el dinero de los zamoranos? Pues va al voraz estómago recaudador de Izquierda Unida. El próximo año usted, zamorano, volverá a pagar más por el IBI, por el Impuesto de Vehículos, por la ORA, posiblemente por la tasa de basuras y ya ha pagado más este año por el autobús urbano. En la izquierda de Zamora, en la que incluimos a un PSOE echado al monte que pacta con Bildu e independentistas sin que sus líderes provinciales alcen la voz en contra, todavía no se han dado cuenta de que subir impuestos no implica un aumento de la recaudación. Todo lo contrario. Y ponemos un sencillo ejemplo. El año pasado aumentó el Impuesto de Vehículos en la ciudad. ¿Qué ha sucedido? Que muchos conductores han llevado a ‘censar’ sus automóviles a otras localidades de la provincia. Consecuencia: la recaudación por ese concepto disminuyó en la ciudad.

No hace falta ser demasiado listo para saber que eso iba a pasar. Lo veíamos todos, menos el concejal de Hacienda quien, en su delirio ideológico de extrema izquierda, es incapaz de conocer la realidad de lo que acontece con sus vecinos. Ponemos otro ejemplo. La Junta de Andalucía, gobernada por un presidente del Partido Popular, sigue bajando impuestos a los ciudadanos de su Comunidad Autónoma y el efecto es el aumento de la recaudación.

El dinero ha de estar en los bolsillos de la gente. Y más en esta situación de crisis que, al parecer, Guarido y su equipo o no sufren, o no quieren ver… ¿recuerdan al inefable Zapatero con su Champions League de la Economía? Pues lo mismo, pero a nivel local. Zamora se desangra, se muere… y el Ayuntamiento sigue empeñado, únicamente, en poner trabas a quienes cada mañana se levantan con un único pensamiento: trabajar en su negocio, generar empleo y riqueza para su familia y para su ciudad. No apoyaron al sector de la hostelería: les llegaron a cobrar la tasa de terrazas, les pusieron trabas para continuar con las mismas y siguen cobrando el IBI a los hoteles cuando otros ayuntamientos, incluso de izquierdas como el de Soria o de Valladolid, han eximido del cobro de ese impuesto a estos establecimientos.

La izquierda de Zamora sigue poniendo palos en las ruedas de los que generan empleo. ¿Por qué tiene Izquierda Unida esa manía a los empresarios, a los que arriesgan su dinero y generan empleo? ¿Por qué tanto odio?

En el Partido Popular en el Ayuntamiento de Zamora hemos sido leales desde el inicio de la pandemia. Comenzamos a proponer ideas desde el 19 de marzo. Todas basadas en la piedra angular de nuestro proyecto político: la bajada de impuestos. De todas esas ideas, más del 95 por ciento fueron rechazadas por el equipo de gobierno. Nosotros estamos orgullosos de ser la derecha. Una derecha que cree en la libertad. Lo pongo en mayúsculas de manera consciente porque otros usan esa palabra y luego lo único que saben es restringir y prohibir. Sí, repito. Somos la derecha y estamos orgullosos de serlo. Orgullosos por defender la libertad en todas sus vertientes: desde la elección de un centro educativo para nuestros hijos hasta para elegir cómo queremos invertir el dinero que ganamos con nuestros empleos.

Somos la derecha que garantiza y protege los derechos sociales de la gente a través de la mejor política social que existe: la de crear empleo. Nosotros no queremos paguitas. Pedimos a la izquierda de Zamora que reflexione y que piense, de verdad, en la gente que lo está pasando mal y que haga caso a las políticas que les planteamos desde el Partido Popular. La izquierda, allá donde se impone, ha fracasado siempre en lo político, en lo social, en lo económico y en lo cultural. Por desgracia, en Zamora la estamos sufriendo por duplicado, en la ciudad y en el conjunto de España. Más libertad, menos paguitas y más pisar la calle para ayudar a la gente que de verdad lo necesita.

(*) Viceportavoz PP Ayuntamiento de Zamora