Tanta prisa como se dieron desde el Gobierno para poner precio a las bolsas de plástico, en lugar de retirarlas del mercado, no ha servido para otra cosa que no sea la innecesaria concentración de plásticos en vertederos y en el ancho mar. Los supermercados y algunos comercios se apresuraron a ofrecer sus bolsas a cinco y diez céntimos, en lugar de facilitar al comprador el tipo de bolsas que desde hace tantísimos años utilizan por ejemplo en Estados Unidos, bolsas de papel, fuertes, resistentes, que no contaminan. Los comercios de ropa y calzado que cobran la bolsa a sus clientes no tienen perdón.

La fauna marina lleva años padeciendo el descontrol plástico en aguas marítimas, poniendo en serio riesgo algunas especies y contaminando esa inmensa masa de agua que acabará convertida en un mar de plástico si no se toman medidas urgentes con otros elementos plásticos, además de las bolsas, como envases de todo tipo, platos, cubiertos y otros elementos que son un peligro para la vida marina y para nosotros mismos. Se ponen plazos para acabar con la fiebre del plástico pero parecen no llegar nunca y, mientras, el mar sufre las consecuencias.

Solo el océano Atlántico concentra diez veces más plástico del que se pensaba hasta el punto de que la masa de microplásticos ‘invisibles’ que se encuentran en las aguas superiores del Atlántico es de aproximadamente 12 a 21 millones de toneladas. Eso es lo que revela una nueva investigación publicada en la revista ‘Nature Communications’. Durante los últimos 65 años, los desechos plásticos que han entrado en el Atlántico suponen 17 millones de toneladas. Una salvajada. La masa de plástico en el océano supera cualquier estimación realizada hasta la fecha. Es más, si se asume que la concentración de microplásticos que se mide a unos 200 metros de profundidad es representativa de la de la masa de agua hasta el fondo marino con una profundidad media de unos tres mil metros, entonces el Atlántico podría contener alrededor de 200 millones de toneladas de basura plástica.

La situación no puede ser peor pero los gobiernos de medio mundo siguen poniendo fechas lejanas a la reducción o prohibición del plástico que todo lo envuelve e intoxica si nos atenemos a la cantidad de polietileno, polipropileno y poliestireno encontrados que son los tipos de plástico comercialmente más utilizados. Estamos envenenando el planeta por tierra, mar y aire y nadie alza su voz para interiorizar en todos los habitantes del planeta Tierra esta advertencia sobre el consumo de plásticos que ni son buenos para la salud, ni buenos para el medio ambiente.