Podría ser el de zanahorias, el de patatas, el de pimientos y tomates o el de aguacates y pistachos. Lamento decir que en el ranking de los cultivos que en el mundo son, no constituyen una prioridad, no cotizan al alza. El cultivo al que me refiero es la coca. La producción global estimada de cocaína ha vuelto a alcanzar un máximo histórico. En lugar de cultivar trigo o cebada, tan necesarios en el mundo, en lugar de cultivos sostenibles, una parte del mundo vive del cultivo de la hoja de coca. El último Informe Mundial sobre Drogas de la ONU es bastante preocupante dados los niveles de producción alcanzados.

En 2018 se produjeron 1.723 toneladas de cocaína con una pureza al cien por cien, por lo que la cifra que llega al mercado es mucho mayor. Sabido es que los narcotraficantes mezclan la droga con otras sustancias para aumentar sus beneficios. Además, cada vez encuentran más subterfugios para hacerla llegar a los puntos de destino entre los que se encuentra España como país preferente. A las cuatro toneladas de cocaína que recientemente llegaron a Valencia, ocultas en folios, azúcar y pulpa de piña, le remito.

La droga, se llame como se llame, no entiende de pandemias, de confinamientos, ni de ninguna restricción posible. Que no puede viajar por avión por la reducción del tráfico aéreo debido a la pandemia, lo hace por barco aumentando además los envíos. Y no sólo eso, la presencia del Covid ha permitido, en concreto a los narcos mejicanos, fortalecerse en Colombia.

Ni la Administración para el Control de Drogas, la famosa DEA estadounidense, es capaz de dar al traste con la proliferación de narcos, a pesar de las importantes incautaciones llevadas a cabo, ni hay mecanismo alguno, salvo la eficacia y la eficiencia, en el caso de España, de Guardia Civil y Policía Nacional, que acabe con semejante pesadilla. Es una pena que, a edades bien tempranas, mogollón de chavalitos y chavalitas se inicien en este infame rito de consumir droga dura, pasando de la 'maría' a sustancias de mayor calado.

Bien es verdad que el alcohol y el tabaco también son causa de adicción, también matan y ahí están, al alcance de mayores y menores, con mucha campaña publicitaria en contra de poca efectividad. La edad de inicio en el tabaco y el alcohol de los jóvenes es cada vez menor y eso debiera preocupar a la autoridad sanitaria, a nuestra sociedad y a la autoridad política tan empeñada e feminizarlos todo, en hacer universal el lenguaje inclusivo dando de lado a lo que es causa de preocupación.