Celebramos hoy el Bautismo del Señor. Alguno de uds., ¿recuerda la fecha exacta de su bautismo? o ¿quién fue el sacerdote que presidió la celebración?, o ¿Quiénes fueron los padrinos?. Datos importantes para revivir un acontecimiento importante.

El Concilio Vaticano II profundizó en la teología de este sacramento por el cual todos los bautizados somos responsables de llevar adelante la misión de anunciar el Evangelio. Hasta ahora la Iglesia muy clericalizada había delegado este papel sólo a los obispos y sacerdotes.

Sí. Descubrimos en el relato de Lucas que Jesús se bautizó y lo importante no es el hecho sino la carga simbólica que esto conlleva porque da a entender el sentido de su misión. Y es que el mismo Jesús nos dijo que el nacimiento del Espíritu, ( se abrió el cielo, y bajó el Espíritu Santo dice el texto) es más importante que el nacimiento de la carne. Esto no lo hemos acabado de entender si seguimos celebrando con más énfasis el nacimiento carnal.

Este acontecimiento nos lanza mucho más allá del gesto físico porque nos impulsa a experimentar una presencia interior del Espíritu Santo que nos capacita para afrontar la misión del cristiano en el mundo. El bautismo de Jesus no es una prueba de su divinidad sino de su humanidad. Con lo cual esto conlleva que cada uno de los cristianos desde sus cualidades y debilidades debería ponerse en camino.

El papa Francisco en su último discurso a la Curia Vaticana con motivo de las felicitaciones navideñas ha puesto el dedo en la llaga:'no estamos en una época de cambios sino en un cambio de época ... La actitud sana frente al mundo es dejarse interrogar por los desafíos de nuestro tiempo. Y añade: no estamos ya en un régimen de cristianismo porque la fe no constituye un presupuesto obvio de la vida común; de hecho, frecuentemente es incluso negada, burlada, marginada y ridiculizada.

¿Qué piensa Ud. de todo esto? La fe se transmite por contagio y atracción, no porque a uno le echen agua sobre la cabeza. Es una misión difícil la que tenemos entre manos. No se puede tener la cabeza escondida debajo del ala, sino salir, salir,... formarse, formarse... vivir con intensidad una misión apasionante en la búsqueda de la verdad y la justicia. Y sobre todo orar, ponerse en manos de Dios puesto que si El ha comenzado una buena obra en ti, estate seguro que la podrás llevar a su término sin complejos y sin temores. Animo y adelante.