Los resultados de las elecciones legislativas en Portugal del pasado día trece, han supuesto un gran respaldo y reconocimiento a la gestión del Partido Socialista y a su líder Antonio Costa, que con un transcendental mandato político, económico y gubernamental ha conseguido adentrarse en una senda de progreso y estabilidad institucional, sobre la base de un gobierno firme con apoyos externos y con acuerdos puntuales de la oposición. Esa estabilidad y autoridad, ha dado a Portugal respeto y prestigio en Europa, también en el ámbito internacional.

Antonio Costa ha garantizado que habrá un gobierno seguro, pese a que no se reediten los pactos firmados en 2015 con los partidos de la izquierda. Sus antiguos socios facilitarán su investidura y será el primer paso para conseguir la mayoría en el Parlamento y también la legislatura, donde sus antiguos socios ya han confirmado que no la bloquearan. Su abstención será suficiente para perfeccionar el segundo Gobierno del Partido Socialista con Antonio Costa, su líder.

El siguiente paso será la aprobación de los Presupuestos que el Partido Socialista quiere presentar en el Parlamento antes de final de año, con lo cual se afrontará una buena parte de su programa electoral como la subida del salario mínimo, también la mejora de los rendimientos de los trabajadores, así como la promoción de las carreras de los funcionarios o la rebaja de libros escolares hasta hacerlos gratuitos; del mismo modo una menor fiscalidad en la declaración de la renta.

Nuestros vecinos y hermanos portugueses son muy importantes para España y especialmente para Castilla y León, no solo por la historia en común, también por los encuentros y desencuentros, que evidentemente los ha habido. Remotamente, en los albores de la Edad Moderna, cuando en junio de 1494 en la ciudad de Tordesillas, los Reyes Católicos y Juan II de Portugal acordaron para evitar conflictos mutuos repartirse el Nuevo Mundo.

En el terreno económico el vínculo entre España y Portugal es incuestionable. Recogiendo los datos de la Cámara de Comercio Hispano Portuguesa - por poner un ejemplo- durante los siete primeros meses de 2018 las exportaciones españolas a Portugal sumaron 12,05 mil millones de euros y las importaciones españolas de Portugal se acercaron a los 8,8 millones, lo que demuestra la intensa relación entre los dos países.

En el ámbito institucional, Portugal y España comparten también lazos que los convierten en socios preferentes. Desde 1983 se convocan Cumbres Ibéricas que se celebran alternativamente de un país a otro y permiten a los respectivos gobiernos buscar y llegar a acuerdos en asuntos comunes, como en infraestructuras, que van mucho más allá de las fronteras

Así mismo, otro gran acontecimiento común se produjo el 12 de junio de 1985, España y Portugal firmaron el Tratado de Adhesión a las Comunidades Europeas con un doble acto solemne en Lisboa y en Madrid. Más tarde tuvo lugar el acuerdo del Tratado de Maastricht (1992) que dotó a la Unión de la actual denominación así como la hoja de ruta de la moneda común. Desde el ingreso de Portugal y España en las Comunidades se produjo un gran impulso en Europa con políticas más sociales y solidarias.

La Unión Europea ha sido el marco natural de desarrollo político y económico tanto de Portugal como de España y ha supuesto un cambio sin precedentes con los apoyos financieros recibidos en relación al desarrollo estructural, así como a la cohesión social de nuestros países.

Lejos quedan los tiempos-ya más de cuarenta años- donde generaciones de portugueses y españoles vivimos de espaldas gracias al famoso Pacto Ibérico, ideado por los dictadores Franco y Oliveira Salazar que impedía el reconocimiento, la colaboración, la cooperación y por lo tanto el desarrollo de las personas y los territorios limítrofes, en lo que ya entonces llamábamos "La Raya", porque nos negábamos a admitir las fronteras entre allegados.

Al felicitar a nuestros amigos y vecinos portugueses por los resultados electorales y su indudable progreso, quiero recordar el pronunciamiento de Bertolt Brecht: "la más larga noche, no es eterna".