Estos días, nos hemos alarmado, una vez más, con la siguiente noticia:

"La carretera mata más en la España vacía...El riesgo de morir en un accidente de tráfico es 10 veces más alto en Soria que en Madrid...Los datos son contundentes. Las provincias menos pobladas registran más fallecidos por cada millón de habitantes, en un ranking encabezado en 2018 por la propia Soria, Huesca, Zamora, Ávila y Cuenca, todas ellas con menos de 300.000 residentes... las provincias más habitadas y con grandes ciudades, como Madrid y Barcelona, registran las tasas más bajas, de acuerdo con las cifras de la Dirección General de Tráfico (DGT). Un problema más de las zonas despobladas de España...Zamora es otra de las provincias con índices de siniestralidad en carretera más altos, en proporción a su población. Hubo 18 víctimas mortales a lo largo de 2018, según datos de la DGT".

Tasa de muertes por millón; Soria: 169; Huesca: 123; Zamora: 103; Ávila: 101; Cuenca: 101; ...Madrid: 17.

Pero, la tasa y el riesgo de siniestralidad que se le asocia, son incorrectos y, en cierta forma perversos, porque el volumen de tráfico que circula por las carreteras zamoranas, no está compuesto mayoritariamente por zamoranos, sino por gentes que utilizan la red de carreteras zamoranas, para "pasar", del Noroeste al Centro-Sur, del Este-Oeste, de Madrid a Galicia, de Francia a Portugal... y, por tanto, compararlo con la población zamorana no tiene sentido.

Una cosa es provincializar los accidentes y otra "inventar" una tasa y riesgo de siniestralidad que los relacione con la población de la provincia atravesada, cuando tal población no tiene relación funcional ninguna con la siniestralidad, como si podría tenerla, p.ej. la longitud de las carreteras, intensidades de tráfico en cada territorio; porcentaje de accidentes en autovía/autopista y cuál en carretera convencional, densidad de las mismas por km2, etc. Y asimismo el carácter más "rural" (terminología americana) del tráfico en provincias que en grandes metrópolis con mucho tráfico peri y suburbano, y mayor densidad de autopistas, etc.

La fracción que "define" la tasa de muertes por millón y asocia el riesgo de siniestralidad, tiene: un numerador, en Zamora: 18 víctimas (2018), no derivadas de la población zamorana, sino del tráfico total circulante por Zamora, sin relación con la población zamorana.

Un denominador que, si es zamorano, y pequeño, por escasa población, y, por ejemplo, en Madrid, muy alto por su gran población y que no tiene funcionalmente nada que ver con la siniestralidad.

Por ello, no se puede considerar una comparación científica, no es homogénea, si el numerador pertenece a un conjunto: accidentes en carretera, sin relación funcional con el denominador: población de la provincia donde ocurren; Y si el numerador no es soriano o zamorano, no es en absoluto pertinente, como tasa de accidentes y riesgo de siniestralidad asociarla a la población de Soria o Zamora.

No tiene sentido pretender valorar la tasa y riesgo de siniestralidad, relacionándolos con la población de la provincia, lo que penaliza a las poco pobladas, hasta el absurdo de que en una provincia o territorio desierto con cero habitantes y en España los hay, la perversa tasa y el falso riesgo de siniestralidad por habitante, serían infinitos.

En resumen, una tergiversación estadística sin sentido, que perjudica, una vez más a la "España Vaciada", tan necesitada justamente de lo contrario.