Soy una zamorana de Fuentesaúco, convaleciente por una doble intervención de útero y mama practicada en el complejo asistencial Virgen de la Concha de Zamora, y me dirijo al correo de Zamora, "La Opinión", para dar mi opinión como ciudadana, de mi experiencia, espero que lo publiquen, ya que es lo menos que puedo hacer para agradecer a todos los profesionales del servicio de ginecología, por el trato que he recibido.

Desde mi primera consulta, con la Dra. Rebeca Salu, que supo ver el alcance de mi enfermedad con unos minutos de consulta, y prescribió un estudio completo, histeroscopia, practicada con profesionalidad y cariño por la Dra. Rosa García, mamografía, conde me diagnosticaron mi cáncer de mama y casi me obligaron a volver al día siguiente a punzarme el pecho; no pensaba volver, porque estaba convencida de que se equivocaron, no tengo antecedentes de cáncer por ninguna de las dos partes de mi familia, y además eran las fiestas de mi pueblo, finalmente decidí ir, y ese fue un antes y un después en mi vida. Me pusieron un marcador, una vez más con cariño y profesionalidad, ejecutado por la Dra. Bianca Prieto y ayudada por Pilar, su enfermera, que me acariciaba y daba ánimos; entonces comprendí que era verdad, tenía cáncer y debía afrontarlo. Yo que no me había hecho una mamografía en mi vida, ni había ido al ginecólogo desde el nacimiento de mi hijo, que tiene 32 años. Pensaba que a los médicos había que ir lo justo (grave error).

A continuación, análisis, electro y a esperar, eso fue lo peor, julio y agosto y por fin me cita la Dra. Paloma Ramos (la jefa), la salvadora de tantas mujeres en Zamora, no tengo palabras para alabar su profesionalidad, ella programó mi operación con el mejor equipo del mundo, el Dr. Mezquita, al que he entregado mis atributos femeninos, el Dr. Estevez, anestesista, pieza clave también. Pones la vida en sus manos, y yo quería vivir, unos días antes había cumplido 70 años, pero aún me siento joven.

En resumen, escribo estas palabras para darle las gracias a todos desde lo más hondo de mi corazón, sin olvidarme de mi paisano, Jesús Pinto (patólogo), sencillo, amable, profesional y que hace lo que puede por sus paisanos, y sobre todo, para concienciar a los zamoranos de que debemos cuidar lo que tenemos, la unidad de ginecología de Zamora está a la altura de las mejores, no puedo hablar mal de nadie, desde pinches, auxiliares, enfermeras, ginecólogos, ..., yo sé que no puedo nombrarlos a todos, porque no sé sus nombres, pero estarán en mi corazón para siempre, y no tendré vida para agradecer que me la hayan devuelto, me han dado una oportunidad que voy a agarrar con las dos manos para disfrutar de mis nietos, viajar con el Imserso y bailar algún pasodoble que otro con mi marido.

¡Gracias!