El pasado fin de semana he permanecido en Valladolid, tenía tiempo libre y me he dedicado a visitar varias exposiciones, las tituladas "Vendiendo en la calle", en la Sala municipal de Exposiciones de la Casa Revilla que es un viaje por el comercio de antaño mediante fotografías y objetos del pasado, relativamente reciente en colaboración con la fundación Joaquín Díaz.

La ventaja del visitante de esta exposición se verá traspasado por la fotografía tomada del natural.

Esta exposición recoge, con precisión lo que ha sido durante siglos la venta en la calle, como muy bien recordarán todas aquellas personas mayores de sesenta años, que han vivido tanto en el ámbito rural como en el urbano; los mercados eran más propios del ámbito rural, ¡¡¡ Ferias y mercados !!!

La venta en la calle era especial y tenía para mí, un aire propio con sus personajes peculiares e instrumentos que utilizaban, quién no recuerda a los vendedores, cada uno con su indumentaria propia y característica de su oficio, así el lechero el carbonero, el cisquero, el cacharrero, el pescadero, el afilador, el hojalatero, el capador de cerdos, el hojalatero, etc... ofreciendo sus productos y sus servicios, todo ello a la vista del futuro comprador, motivo por el cual, el comprador y vendedor mantenían una relación directa llegando a través, del tiempo a establecer vínculos de amistad.

La palabra dada, en este tipo de ventas en la calle era fundamental, máxime cuando en este tipo de compras al ser trashumante la devolución del producto no era fácil.

La exposición recoge muy bien a través de los grabados y fotografías, así como de los productos, el ambiente de la calle en la venta ambulante.

Advierto que la exposición y su entorno produce un placer especial a quienes hemos vivido ese tipo de venta o mejor dicho comercio de la calle, con su consiguiente ambiente, que los días de mercado le daba un aire especial y festivo, con los ciegos cantores de romances que se situaban en las esquinas de calles y plaza durante ferias y romerías cantando episodios acaecidos por la zona, comúnmente pidiendo limosna.

Les recomiendo visiten la exposición "Vendiendo en la calle" permanecerá hasta el día 25 de agosto de 2019. Les aseguro que vale la pena; a los mayores les recordará su infancia y juventud y a los más jóvenes, acostumbrados, a las compras vía Internet, les informa del comercio reciente que vivieron sus padres y abuelos y su evolución.

Felicidades al zamorano Don Joaquín Díaz.

En la Sala Municipal de la Iglesia de las Francesas, de la calle Santiago, se expone: "Picasso-Tierra y Fuego" expresión y manifestación de una nueva actividad ceramista que opera en Picasso una especie de metamorfosis producida por el barro los colores y el fuego.

Picasso tenía antecedentes familiares en el sector de la alfarería y a los 14 años ya hizo su primer objeto de cerámica. Vive ese cambio y la emoción de los colores que produce el horno.

Visitando la exposición apreciamos la evolución comenzando por la técnica ateniense, pasando al tradición alfarera española.

En la exposición podemos apreciar una serie de cerámicas muy reducidas, y de gran valso artístico.

Para concluir la vista de fin de semana a la exposiciones nos pasamos por la Sala Municipal del Museo de la Pasión, donde se exponen las estampas de "Las Mujeres de Goya, grabados de la época", que permanecerá abierta al público hasta el día 1 de septiembre.

En las series de Goya, apreciamos la presencia femenina en sus distintas formas, así vemos mujeres valientes como Agustina de Aragón, vemos a una mujer torera "La Pajuelera", mujeres solidarias, prostitutas y víctimas de la sociedad.

Creo que estas tres exposiciones, bien merecen una visita, para disfrutar de las piezas que cuelgan.

Anímense y pasarán un rato agradable.