No sé qué pasa en verano, lo cierto es que entre las compañías de telefonía y las eléctricas no dan abasto para darnos la barrila. No sé de dónde diantre sacan los números de teléfono del personal. Tanta privacidad, tanta protección de datos y tanta gaita y resulta que todo el mundo tiene acceso a tus datos personales y profesionales. Eso sin exponerse a las redes, si te expones, estás perdido.

Vale que la llamada telefónica de esta o aquella compañía proceda de la empresa desde la que dicen llamarte. Lo malo es cuando empiezan a enrollarte, o eso se creen, queriendo sacarte datos de todo tipo. Lo que voy a reproducir a continuación está siendo una constante durante este mes en un buen número de teléfonos de usuarios zamoranos. Al otro lado una voz femenina muy agradable, de acento hispano, que es lo de menos, que se cerciora en primer lugar de que quien le responde es la persona a la que busca, en este caso titular del recibo de Iberdrola. Con esa amabilidad fingida que les caracteriza te suelta el rollo de que Iberdrola mira por tu bolsillo y para que no pagues más de lo debido, pone a tu disposición una serie de ventajas a las que no puedes renunciar. Y aquí empieza el problema.

Te preguntan por la dirección física, por el banco a través del cual pagas la factura mensual y te avisan de que en unos días, los que ellos quieren y a la hora que ellos quieren, enviaran a un propio con una serie de papeleo para que rellenes y firmes, con unas ventajas irrenunciables. Lo malo, para ellos, es cuando se encuentran con una persona que no les da bola. Es decir, que a cada pregunta responde de forma contundente: "si usted llama de parte de una compañía de la que soy usuaria está en la obligación de saber, dónde vivo y de qué banco se trata". Así y todo insisten buscando el punto flaco a base de hablar de un ahorro sustancial en el recibo. Si te vienes abajo estás perdido o perdida. Si presentas batalla, si les haces frente, los que se vienen abajo son ellos.

Cuando ya se ven perdidos y no tienen nada que hacer con la presunta víctima, te dicen que en tu recibo todo está OK, que ha sido un pequeño error, que lo tienes todo perfecto, que muchas gracias por atender la llamada y a otra cosa mariposa. Más que otra cosa, se ponen manos a la obra en busca de otra víctima. Este tipo de situaciones indeseadas deberían controlarse por parte de las compañías afectadas. Esa gente incluso dice tener credenciales de la compañía eléctrica mediante las cuales le facilitarás la entrada, a su llegada a tu domicilio porque, esos documentos que muestran, están en toda regla y actualizados. Le corresponde a la autoridad policial, a la autoridad política y a la propia compañía dar al traste con estos timos o lo que quiera que sean. Es que están utilizando su nombre. Que investiguen, que para eso tienen el dinero que nos sacan por el consumo de luz y que es bastante. Vale que den con personas avispadas. Lo malo es cuando el teléfono lo coge una anciana. Y digo anciana, en femenino, porque llaman, no me diga por qué, a los titulares que son mujeres. Creo que porque piensan que están solas y desvalidas y ahí tienen terreno en el que hacer una buena siembra con su correspondiente recogida. Estamos al albur de esa gentuza, de los que van por la vida engañando al personal, timando, manipulando, adulterando las cosas. Y es que una vez que picas, estás perdido. Tal y como me lo han contado, lo cuento. Te llaman en nombre de grandes empresas, pero como si es del Dalai Lama, es mentira, con todas sus consecuencias.