Luis Tudanca, del PSOE, fue el más votado en Castilla y León. Detrás de él, quedó Fernández Mañueco y sus peperos, y luego, terceros, Igea con lo suyos de Cs.

En Castilla y León era tradicional sellar los acuerdos, los tratos, con una palabra y un apretón de manos. Era así hasta que apareció por la tierra castellanoleonesa Paco Igea, cual Cid campeador, salvador de pacotilla de la moralidad política. Este tal Paco Igea hablaba, cacareaba, alardeaba de ser el adalid de la regeneración política y del gran cambio socioeconómico de la comunidad. También mantenía hasta hace pocos días sus "serias dudas sobre la voluntad real del PP para admitir el cambio y la regeneración que las urnas han solicitado". Y decía esto hasta que se le acercó Mañueco y le "arreó" un envite de órdago, de padre y señor mío. Lo abdujo; le llevó a las mieles de las componendas secretas entre bambalinas, a los carguitos y poltronas, y a las prebendas pecuniarias que llevan consigo, a las suculentas mordidas en contrataciones y otros menesteres económicos.

Y aquí se acabó la caballerosidad fingida de Igea; lo bautizaron con las aguas de la corrupción y del amiguismo. Eso pasa a los pánfilos que van a negociar con el PP, "una organización criminal, un sistema clientelar, aranero y corrupto". Pero ¿cómo es posible que en la izquierda haya todavía gente tan cándida y tan "estulta" que creía firmemente que Igea iba a doblegar los órdagos peperos de Mañueco y cía?

Y mientras, Cs avanza en la consecución de gobiernos autonómicos, presidencias y vicepresidencias de parlamentos regionales, alcaldías, concejalías y direcciones generales. A veces Cs consigue acaparar estos cargos, en Madrid y en muchas ciudades y poblaciones de España, gracias a la ultraderecha de Vox.

El compromiso electoral de Cs era el cambio y la regeneración política. Eso es lo que nos hicieron creer -inocentes de nosotros-. Nadie nunca ha visto esos resultados regenerativos impulsados por ellos. Ahora ha quedado solo en que ellos -Cs- serán el trueque en los gobiernos que participen. ¡Y ya vale!

En Castilla y León, Cs se enredó con el PP por la limitación de mandatos. La misma "filosofía" de la limitación de mandatos para los cargos públicos, debería aplicarse a Mañueco que ya lleva 8 años de alcalde de Salamanca, además de los empleos públicos y del PP nacional y autonómico.

En Castilla y León, han pactado Cs y PP. Sí, claro que pactaron con los imputados y/o condenados de la Gürtel, Enredadera, Eólica, Perla Negra, con los de las financiaciones ilegales... Llevan 32 años "regenerando" y cada día 500 jóvenes de Castilla y León se piran por falta de oportunidades y cientos de pueblos se despueblan y desertizan; se suprimen servicios esenciales como los Centros de Atención Primaria, las guardias en los centros comarcales, los colegios, Internet no llega ... Un inoperante plan para retener talento; rácanos e impostados con el I+D+i, e inacción en políticas sociales; abandono de la emigración y "estancamiento" de la economía. Este es el "magnífico" bagaje del régimen del PP en Castilla y León en más de 32 años.

Su jefe nacional, Albert Rivera, es capaz de decir una cosa y hacer la contraria en menos de cinco minutos. Al igual que el líder pepero Casado. Todo sea por alcanzar el poder, a costa de lo que sea, incluso de la ética o del respeto a las convicciones que cualquier político tiene y defiende. Ninguno de los dos fue la lista más votada. Pero esa es la filosofía de Cs, su ADN político, que Igea se atrevió a cuestionar en Castilla y León al ver la más que posible imputación del líder de los populares en la región, Fernández Mañueco.

Ahora, el Juzgado nº 2 de Instrucción de Salamanca archiva la causa de la denuncia por financiación ilegal del PP en Castilla y León, de presuntos delitos de extorsión y falsedad documental en el proceso de primarias del PP de 2017.

Un medio de comunicación ratifica que sus fuentes de información, provenientes de altos cargos del Partido Popular y testigos de los hechos denunciados, siguen confirmando la veracidad de las acusaciones. El auto judicial admite pagos y firmas falsas; el juez no niega los hechos, bien sustentados, pero no los encuentra constitutivos de delito. Y eso que hay aún varios testigos que le han solicitado por escrito su intención de declarar para ratificar la querella del pucherazo. Equo está sopesando recurrir, por incoherencias, el auto del juez.

Lo que Ciudadanos exigía a Mañueco es que hubiera un compromiso de su dimisión si finalmente resulta imputado. Y que Igea, vicepresidente in pectore en las negociaciones pactadas, sería el presidente de Castilla y León de ser imputado Mañueco. Tiempo al tiempo.

Pero, ahora, toda esa regeneración política ha quedado en agua de borrajas. Se le apoda ya a Paco Igea como "hombre facilón", abducido por los encantos de un pacato Mañueco que fue perdedor en la elecciones.

Pues el líder castellanoleonés de Cs aprenderá bien de qué calaña política es este Mañueco. En Salamanca ya lo sufrimos ocho años en el Ayuntamiento y otros tantos en la Diputación.