La seguridad vial es de todos y para todos, no solo corresponde mantenerla y fomentarla a los conductores/as de vehículos o automóviles. Engloba también a peatones, y por supuesto a los pasajeros de cualquier vehículo, los cuales deben de guardar un excelente comportamiento dentro del habitáculo, siguiendo en todo momento las indicaciones del conductor/a para evitar cualquier despiste y por consiguiente un posible accidente de tráfico.
Es fundamental que la colocación de los pasajeros no impida los libres movimientos ni la visión del conductor/a, así como evitar llamar su atención haciendo que desvíe la mirada para otro lugar que no sea la calzada.
Por ello, desde ProVial España y Proyecto 2000 Zamora, vamos a ofreceros las pautas necesarias para que tanto conductor/a, como pasajeros, disfruten de un viaje sin peligros por distracciones, causantes del 30% de los fallecidos por accidentes de tráfico.
La seguridad vial no sólo depende del conductor. Influye en ello, y mucho, la actitud de los ocupantes del automóvil, teniendo en cuenta su comportamiento y reacciones.
Hay que observar que en un automóvil suelen viajar personas adultas, pero también pueden ir menores y estos últimos tienen que cumplir una normativa distinta y más rígida por su especial vulnerabilidad.
Los adultos deberán obligatoriamente llevar puestos y bien abrochados los cinturones de seguridad. Además, el conductor velará por el cumplimiento de esta medida de seguridad vial, ya que los cinturones de seguridad son un elemento de seguridad pasiva que reducen en caso de accidente de tráfico las lesiones cervicales, evitan los golpes en la cabeza, las lesiones medulares, lesiones en la columna vertebral y sobre todo, reducen a la mitad el riesgo de muerte.
Recordemos que el conductor que no lleve el cinturón, además de correr un riesgo innecesario, será sancionado económicamente con 200 euros y la correspondiente detracción de puntos del permiso de conducción. Los acompañantes que infrinjan la normativa serán sancionados con 200 euros, pero sin detracción de puntos. Hay que mencionar que esta sanción la pagará el acompañante que no lleve abrochado el cinturón de seguridad, puesto que él es el responsable del incumplimiento de esta acción.
Si los acompañantes son menores tendremos en cuenta la altura y peso como criterios para la obligación de utilizar un sistema de retención infantil homologado. Hasta 1.35 m será obligatorio la utilización de un sistema de retención infantil. Es aconsejable mantener este sistema hasta que el niño mida 1.50 m y pueda abrocharse debidamente el cinturón de seguridad utilizado por los adultos. No llevar nunca un niño en brazos. Recordemos que se puede inmovilizar un vehículo si no llevamos a los niños correctamente sentados.
El niño/a, irá, a ser posible a contramarcha, (obligatorio hasta un año), y con sus cinturones de seguridad abrochados. El mejor sitio para colocar a los niños en un turismo, y también más seguro para los adultos, es el sillón central trasero. El siguiente lugar más seguro, será en el asiento posterior al piloto, y después y siguiendo el orden, será el posterior al copiloto. En último lugar, y siempre que todos los asientos traseros estén ocupados por otras sillas de retención, o el coche sea de dos plazas, se podrá ocupar el asiento derecho delantero, pero cuidado, siempre a contramarcha y recordando que científicamente es el lugar más inseguro del coche. Si colocamos al niño delante, porque no existe posibilidad en los asientos traseros, y el vehículo dispone de airbag frontal, únicamente se podrán utilizar sistemas de retención orientados hacia atrás si hemos desactivado previamente el airbag.
Otra idea importante, sobre todo para la persona que conduce y para la que ocupa el asiento de copiloto, es que el airbag no es eficaz si no se complementa con la utilización del cinturón de seguridad. Ambos están pensados para funcionar de forma complementaria.
En ocasiones, son los propios acompañantes los que distraen al conductor, al manipularle algún mandó del automóvil, haciéndolo a través de algún comentario para que desvíen la mirada hacia otro lugar que no sea la calzada, sintonizando el aparato de música, o produciendo alguna discusión entre los acompañantes de viaje.
El comportamiento de las personas que viajan en un automóvil debe ser ejemplar y correcto, por el bien de todos los ocupantes del vehículo que viajan en él y el del resto de usuarios que se encuentran en la calzada.
(*) Presidente A.J Proyecto 2000 Zamora.
