Nos lo contó Violeta. Un niño asiste a la consulta de Psicología Infantil porque hace varios meses que tiene miedo. Un miedo tan grande que le lleva a no poder dormir, ni comer, ni salir, ni jugar, ni vivir. Tiene miedo a un personaje de la televisión, de una serie de dibujos animados, que amenaza a todos los demás personajes buenos y normales de la serie. Sus padres han intentado distraerle para que se olvide con actividades de todo tipo y le han llenado las horas del día para que no piense en el personaje. Le han dicho de todo: que no existe porque es un personaje de ficción, no es real, no es de carne y hueso sino que está pintado y se puede borrar; que sus amenazas no pueden hacerle nada porque no puede salir de la televisión, y que si se apaga, ¡apágalo ya verás!, desaparece; y que si saliera otra vez cuando se enciende, están ellos siempre a su lado para protegerle.

- Tranquilo, no existe, no puede hacerte nada. Apágalo con el botón del mando. ¿Ves? Ya no está. A descansar.

- Pero si se enciende?me da miedo.

Sigue Violeta. Para quitar el miedo decidimos "humanizar" el temido personaje de dibujos animados: pobrecito, es feo y malo, está solo, no tiene papás, ni hermanitos, tampoco tiene amigos, no le quiere nadie porque les da miedo, a lo mejor está triste porque no puede jugar con nadie, además es muy grande y no encuentra zapatos y está muy descalcito, y come solo y duerme solo. Y así se fue el niño pensando hasta la siguiente consulta.

Nos está pasando. El pueblo de España hace meses que tiene miedo. Tienen miedo a un personaje de la televisión, de los políticos animados, que amenaza a muchos de los buenos y normales ciudadanos de España: a los inmigrantes que trabajan en la precariedad o intentan acercarse en pateras arriesgando su vida, porque dice que no son españoles; a las mujeres españolas maltratadas y asesinadas por sus parejas porque han impuesto una ideología de género que perjudica a los hombres; a las mujeres y hombres feministas; a los españoles independentistas que piden un referéndum para intentar dejar de serlo democráticamente y a los que defienden el derecho a decidir sobre su identidad nacional; a los españoles que discrepan de parte de la Constitución amparados por la libertad de expresión que ésta les da y por ello la respetan; a los que algunos días cambian la franja roja de la bandera por una morada en recuerdo de la España Constitucional de la República que surgió por voluntad del pueblo y no tras un golpe de estado; a los españoles comunistas que a costa de su vida y su libertad lucharon por la democracia que hoy representa la Constitución de 1978, apoyada por los comunistas mientras los fascistas que hoy la defienden pedían el "no" entre el pueblo. Y a distancia porque es menos importante pero también da miedo: a los que no les gusta el maltrato a los toros en la "fiesta" nacional o el "deporte" de la caza, o a los que les gustan los colores de otras banderas.

Los padres y madres de la democracia le dijeron al pueblo que no se preocupe; que salen en la tele pero no son de carne y hueso sino un invento político; que sus amenazas no pueden llegar al Parlamento porque basta con que apagues el voto. Y si vuelven a aparecer al abrir las urnas, no te preocupes porque la Constitución protege a inmigrantes, feministas, independentistas y comunistas, y la Ley protege a las mujeres contra la Violencia de Género. No pueden hacerte nada.

- Tranquilo, pueblo, no pueden hacerte nada. Apágalo con el voto del mando. ¿Ves? no les votes y desaparecen

- Pero si se enciende?me da miedo.

Y siguió pasando. Para quitar el miedo decidimos humanizar al personaje político: no dejan de ser un partido democrático y dicen que constitucionalista, o sea, que quizás crean en la igualdad y la solidaridad con los más desfavorecidos. Seguramente respetarán las leyes que garantizan servicios públicos como la sanidad y la educación aunque los prefieran privatizados, porque en algunos sitios estos servicios no son un negocio para la empresa privada, como en los pueblos de la Zamora vaciada. Y hablando de esto, aunque digan que los toros y la caza dan muchas perras a Zamora, la verdad es que son actividades que cuestan más pasta a los ayuntamientos que la que reciben del espectáculo taurino o del deporte cinegético. Y seguramente si les gustan los toros necesitan apoyar al sector vacuno, porque sus madres son las vacas. Y como les gusta recrear la historia de la Reconquista, malo será que no aumenten la afición al estudio del medievalismo y a partir de ahí, quizá lleguen a la Ilustración y a la revolución industrial y el movimiento obrero, y con ello respeten otras banderas. Y así llegamos a la siguiente cita política.

Los políticos de Vox animados por el resultado electoral, vuelven a arremeter contra la derechita cobarde del PP, contra la veleta naranja de Ciudadanos, y en Zamora contra el comunista Guarido, del que dicen que se frota las manos porque no ha tenido desgaste como Alcalde, aunque no sea comunista, aunque las manos las dedique a trabajar y no robar y aunque no ha tenido desgaste por eso, por ser un alcalde honrado.

En la cita de Psicología le preguntan al niño, para ver sus avances contra el miedo.

-¿Te sigue dando miedo?

- Sí? ¡y pena!

Risas cuando Violeta nos lo contó ya hace más de cinco años.

Miedo porque son la temida ultraderecha que nos vuelve a amenazar. Pena porque lo son.