¿Le gustaría disponer de un chalet en la playa, en una ubicación que gozara de un clima agradable, y una amplia parcela que permitiera recibir a los amigos como ellos se merecen y, a ser posible, con un jardín cuyos arboles procuraran una placentera sombra para hacer más cómoda la hora de la siesta?

De formularse tal pregunta, muy probablemente la respuesta mayoritaria sería afirmativa. Entre otras cosas, porque a nadie le amarga un dulce y, al que más y al que menos le gusta pasar, de vez en cuando. unos días junto al mar, intentando relajarse.

Ahora bien, para que pudiera convertirse en realidad, quienes así llegaran a opinar tendrían que disponer de posibles para poder adquirirlo y mantenerlo adecuadamente, porque, de no ser así, tendrían que conformarse con un sencillo apartamento, o simplemente con alquilar la habitación de un hotel por unos pocos días.

¡Es lo que tiene!, que para poder disfrutar de cualquier bien o servicio se necesita disponer de dinero, y no todo el mundo goza de esa situación. De manera que, si alguien les ofreciera poner en práctica alguna de las dos últimas opciones, la del apartamento o la del hotel, parece probable que no le hicieran demasiados ascos; más que nada porque de no aceptarlo, no les quedaría otra que pasar el verano bajo el tórrido castigo que trae el estío por estas tierras.

Y es que siempre se ha dicho que más vale pájaro en mano que ciento volando. De manera que, si en un momento determinado no resulta posible que se cumplan, al cien por cien, nuestros deseos, mejor coger lo que tengamos en ese momento, ya que nada impedirá que sigamos soñando con que en un futuro las cosas puedan llegar a ser de otra manera y se haga posible alcanzar nuestro sueño.

Viene esto a cuento de la propuesta del Ayuntamiento de Zamora para poner en marcha el museo que acogería la obra del escultor Baltasar Lobo. Tal y como está planteado el anteproyecto - si es que no se trata de un globo sonda electoralista - las obras de transformación del Ayuntamiento "viejo" podrían estar acabadas en el plazo de seis meses. Ciertamente, el espacio propuesto, solo podría acoger una parte de la obra de la que se dispone, pero no es menos cierto que el edificio en cuestión tiene más superficie que el actual museo ubicado en la Casa de los Gigantes que, de manera "provisional", lleva funcionando los últimos doce años y, cuyo alquiler supone una carga económica poco rentabilizada, que, con el nuevo museo, desaparecería en beneficio de las arcas municipales. Por otra parte, la utilización del espacio del viejo ayuntamiento, ahora ocupado por la Policía Municipal, cuando ésta se traslade a las nuevas dependencias, tendría un uso que evitaría su previsible deterioro.

Nadie pone en duda que el patrimonio artístico del que se dispone merece otro marco de otra magnitud y diferentes características, pero, de momento es lo que hay. Y, entre aceptar la propuesta municipal o dejar las cosas como están, parece menos malo lo de trasladar el Museo Lobo a la Plaza Mayor, en espera de un futuro con mejores oportunidades.

Al hilo de esta propuesta, enseguida ha salido al paso el partido de Ciudadanos proponiendo que se ubique en el moderno edificio que ocupa el Consejo Consultivo, pero no ha debido caer en la cuenta que pertenece a la Junta de Castilla y León, y que no parece probable que esté dispuesta a cederlo. El PP de momento no se sabe que opina, ni tampoco si estaría sensibilizado para ceder alguno de los tres edificios de los que dispone la Diputación: un palacio del siglo XIX, el Hospital de la Encarnación del S. XVII y un edificio de nueva construcción, que le daría al museo la posibilidad de disponer de mayor espacio.

La asociación de Amigos de Baltasar Lobo tampoco acepta la proposición municipal, pero no aclara si dispone de alguna otra más adecuada a lo que realmente pide la obra del genial escultor de Cerecinos de Campos.

El presupuesto presentado por el Ayuntamiento asciende a 675.000 euros, y afirma que puede afrontarlo sin ningún problema. De manera que, arrimando algo más el hombro, podría llegar a duplicar ese montante. Bastaría con que cada uno de las otras tres administraciones: Diputación, Junta de Castilla y León y Gobierno Central, aportaran idéntica cantidad, para así podría disponerse de un fondo próximo a los seis millones de euros, que permitirían acometer la rehabilitación del edificio que resulte más adecuado, o al menos para afrontar una primera fase que permitiera poner en marcha el museo.

Pero como parece que de lo que se trata es de vender humo, y no de otra cosa, pues lo del nuevo museo de Baltasar Lobo solo servirá para hablar de algo durante la campaña electoral, ya que la clase política se ha dado cuenta que la gente se ha cansado de escuchar chascarrillos sobre el botellón de la noche de Jueves Santo.