Recuerdo perfectamente la primera vez que participé en un foro de Internet. Era en el año 2002 y yo era todo un novato en temas de nuevas tecnologías. Empecé a ser prolífico en foros de debate en una página web de la provincia, que servía como punto de encuentro de zamoranos y otras gentes que mostraban su interés e inquietudes. Tengo que reconocer que allí descubrí mi faceta para escribir cosas y muchos "seguidores" y por supuesto "detractores" esperaban con incertidumbre mis idas, venidas, subidas y bajadas. Se debatía de todo, en una época aquella, en la que lo políticamente correcto, no era políticamente correcto y se podía opinar sin riesgo de caer en la ignominia. Luego llegaron las grandes redes sociales, con sus cortapisas, sus patrones, sus encajes y el meter a todos por la misma carretera para poco a poco ir cortando la imaginación y la capacidad de decir algo propio.

Por aquella época ya se empezaba a debatir sobre de la despoblación rural de nuestra provincia, o lo que ahora se empieza a denominar la España vaciada. Por entonces yo hablaba ya sin complejos que estamos siendo fruto de un exterminio. Hoy en día sería difícil encajar este término, y en su lugar el vaciado, me parece políticamente más correcto, pero no menos expresivo. En general, para que suceda un vaciado, o exterminio, tiene que haber un plan, un objetivo, una metodología muy concreta a seguir, una cabeza pensante y un brazo ejecutor. Algo así, como la solución final de los nazis, pero en vez de exterminar directamente eliminado físicamente a las personas, se les condiciona a salir de su entorno, se deprime económica y socialmente las zonas específicas, se eliminan los servicios y el tiempo hace el resto. Algo que no tendría que haber tenido más continuación más allá de la gran migración de los años sesenta y setenta, en Zamora ha seguido y sigue en la actualidad como un rodillo imparable

La pregunta que siempre me ha asaltado durante los últimos años es la misma ¿porqué este plan? ¿porqué la provincia de Zamora tiene que ser forzosamente vaciada? ¿quién y porqué comenzó este deterioro? y lo más importante en este momento ¿quién lo sigue ejecutando?

El porqué del plan hay que desplazarse a la época franquista, porque sólo en el ámbito de una dictadura, se podría iniciar semejante maniobra. Cada uno puede tener sus sospechas, pero siempre he creído que la obsesión de Franco por la producción masiva de energía eléctrica, fue el detonante. No me refiero a la instalación de más presas hidroeléctricas, sino a la nuclearización de la zona. Esta nuclearización permitiría dotar de energía no solo a los núcleos grandes del centro de España sino a todo el cuadrante noroeste de la península incluyendo Portugal. El noroeste de Zamora es el epicentro estratégico para abastecer de energía a mas del 30% geográfico de la península. Pero Franco se fue a vivir a el Valle y los posteriores intentos de nuclearizar la zona, como es sabido por todos, fracasaron o al menos de momento. Sin embargo, esa maquinaria iniciada en la época franquista, para deprimir sobre todo el noroeste de la provincia, nadie la paró y todo siguió como el plan previsto, pero sin plan y las comarcas zamoranas se convirtieron, en lo que ahora se llaman caladeros ¿Qué es un caladero? una zona, generalmente aislada, con población envejecida donde es muy fácil echar la red y sacar rendimiento sin mojarse las manos. En estos caladeros, la incursión de nuevos peces o lo que sería una inversión para el desarrollo, no interesa a los pescadores, a sazón de saber que el caladero se acaba. La ambición de obtener votos fáciles en una provincia de tierra roja pero que refleja el cielo azul, no ha tenido ni tiene límites, ni escrúpulos para los crápulas que viven de la pesca de arrastre. Al fin y al cabo, cuando la provincia cuelgue el cartel de cierre por vaciado, ellos y ellas ya no necesitarán pescar más a sabiendas de que el que venga detrás tendrá que buscarse las castañas.

Pero también somos culpables nosotros, todos los zamoranos por permitirlo. Los zamoranos somos unos tipos curiosos que nos peleamos entre nosotros por ver quien saca a la virgen en andas, somos capaces de crear aún si cabe más cofradías a golpe de pelotas, pero nos callamos la boca cuando nos cierran el hospital en verano, aguantamos las listas de espera más largas de España y vemos impávidos como nuestros servicios cada vez brillan más por su ausencia. Aunque yo sea uno de los vaciados, hablo en plural porque me toca la fibra sensible y mucho.

Hace cinco años inicié con otra persona -prefiero no dar su nombre, sin consultarle primero- una campaña sin precedentes en las redes sociales en la cual se recaudaron más de 6.000 firmas por el tema de la sanidad en Aliste. La mayoría de ellas en papel, hasta el punto de que en algunos pueblos todas las personas firmaron. Recuerdo que yo personalmente grabé un vídeo provocativo que incendió las redes incitando a firmar, y en ese vídeo la palabra exterminio la usé mediadamente varias veces. Pues bien, se hizo entrega de las firmas al consejero de sanidad quien literalmente se limpió el culo con ellas, porque a día de hoy, la cosa está aún peor. Entonces se pedía sanidad de calidad, ahora sólo se pide ya sanidad y pronto se pedirá sanidad por caridad. Este tema de la sanidad es el que más resuena, pero como todos saben no es el único en unas comarcas cuya media de edad supera los 65 años y no ha nacido ningún niño en la última década.

En plan romántico siempre digo que soy el último alistano, porque fui el último o uno de los últimos en nacer en el pueblo como así lo certifica mi documento nacional de identidad. Pero en la realidad soy el último alistano entendiéndose como alguien de una generación que asiste desde el tendido al fin de su pueblo en la arena, porque desgraciadamente y no veo remedio, veré la estocada final de mi pueblo y con el mío el de muchos otros. Saberte de los últimos de una tierra, no es épico, sino doloroso y ver como la dejadez absoluta poco a poco va vaciando gota a gota, alma a alma, tu tierra, no es fácil.

Siempre he pedido lo mismo y no me cansaré, y si bien tenemos que dejar vacía la tierra que nos vio nacer, hacerlo con dignidad ya no para mi ni para los vaciados, sino para los pocos que estoicamente allí resisten contra unas administraciones locales más dignas del tercer Reich que de un país moderno como es España. Hace unos días me enteré que la Presidenta de la Diputación, se presentaba a la alcaldía de Zamora. Con el chollo que tenía en la provincia, entiendo que vaticina que en el caladero ya esquilmado poco puede ya pescar. En EE.UU. es normal hacer un "endorsement" para avalar a los candidatos a las elecciones y yo quiero aprovechar estás líneas para desearle más suerte en la alcaldía que en la Diputación, donde a su llegada se le hizo entrega de una reserva de la biosfera y nos ha devuelto, según el INE, un desierto.