El turismo es un río que no pasa por Zamora, solo algunas crecidas puntuales nos hacen creer que estamos en la cresta de la ola, cuando en realidad son familias unidas en ciertas fechas. Que algún político se ponga a enredar con el tema, no es más que la evidencia de un uso electoral. Por eso conviene que los que vamos a quedarnos en Zamora busquemos otras claves que aún no se han explorado.

Zamora no puede competir en "fitures", ni debiera siquiera acudir, al menos no sin antes haber resuelto una serie de cuestiones fundamentales. Lo primero que hay que tener es una ciudad decente, para cuyo compromiso o nos convocamos todos o, por cada uno que falte, algo importante se dejará de hacer. Zamora, la ciudad de los edificios abandonados, de las intervenciones urbanísticas feas, la de las pintadas y contenedores junto al románico, de mobiliario sucio y pegatinas catetas, la de las plazas arrasadas por arquitectos de la cal y la gravera, de espacios sin cerrar y calles sin abrir, casi mejor no enseñarla. No hablo sólo de adecentar el centro, hablo de toda la ciudad, barrio a barrio, pues calculo que serían necesarias unas cien intervenciones mientras nos ponemos de acuerdo en lo otro.

Lo otro es una idea de ciudad. Sin idea de ciudad, compartida y asumida como objetivo viable y unánime, casi mejor que no venga nadie porque para ver un cacho aquí y otro allá, hay mejores lugares en el mundo. Creo que la idea de ciudad, el eje sociocultural, debiera ser Baltasar Lobo. Una apuesta fuerte por este eje permitiría convertir Zamora en una ciudad para proyectos contemporáneos, salvar todo lo que nos queda de nuestros artistas, pintores, escritores, músicos, y conocer a otros. Un eje con un gran atractivo para el coqueto tamaño de nuestra ciudad. Ello daría más sentido al interés por escultura religiosa, y nuevas interpretaciones para la artesanía popular. Zamora EsCultura sería el eje con el cual asentar una idea de ciudad.

No se ha hecho porque ningún gobernante ha tenido una idea de ciudad. Y como nadie quiere hablar con nadie, así nos vemos. Pero hay que hacerlo por Zamora, eso es política, asfaltar, no lo es. Este eje necesita de toda la generosidad, y valorar el esfuerzo sea el partido que sea el que lo haga. Zamora cuenta con espacios públicos y privados suficientes para hacer un juego de permutas que libere ese recinto digno y necesario que merece la idea. Si la idea cala, nadie querrá estar fuera. Una vez decidido cuál de todos nuestros espacios es el ideal, abordar la tarea de entregarlo a cambio de cuantas permutas sean necesarias. Aquí Amigos de Baltasar Lobo tienen mucho que decir, un trabajo impecable y buenas ideas para empezar.

Decente la ciudad; Zamora EsCultura, solamente queda el para quién. Pues para los turistas no, para la gente que vivimos en Zamora. Para ganar en calidad de vida y que operarse de cataratas merezca la pena. Para disfrutar de una ciudad peatonal, circular y sostenible. Zamora viva y verde. De Plazas con sombra y música los domingos. De unos churros bien hechos y un vino con tapa sencilla pero excelente. Lo que todos añoramos cuando no estamos en Zamora. Y si alguien viene, no como turista, sino como visitante a integrarse en el bullicio de la tranquilidad, vea lo mejor de nuestro pasado y futuro disfrutando ese eje: Baltasar Lobo.

(*) Secretario municipal

de Podemos