Llegó diciembre y con él la última página del anuario fiscal. Momento en el que tenemos que planificar el IRPF de 2018 para luego presentar su liquidación allá por la primavera de 2019. La presentación del IRPF no es solo darle el visto bueno al borrador que la propia Hacienda se encarga muy gustosamente de hacernos llegar, ni tampoco se trata de rellenar un formulario a través de Renta WEB, en definitiva, se trata de un ajuste de cuentas entre el contribuyente y la Agencia Tributaria. Y es que es ahora, en estos días que quedan para que finalice el año, cuando tenemos que tomar algunas medidas para que, cuando llegue el momento, la factura del impuesto sea lo más ecuánime posible y esté en consonancia con nuestra actividad productiva: ya sea como asalariado, autónomo o rentista. Los que únicamente hayan recibido rentas por su trabajo habrán sufrido mes a mes una retención a cuenta del impuesto. Los habrá que han recibido rentas del ahorro con una retención inferior a la que corresponda en realidad (Fondos de Inversión o Depósitos, por ejemplo). E incluso, alguno habrá recibido rentas que no están sujetas a retención como es el caso de la venta de acciones, inmuebles, etc. Pues a todos ellos les ha llegado el momento de ponerse manos a la obra con el fin de reducir todo lo posible el impacto del IRPF cuando se realice su autoliquidación. Opciones hay, sin defraudar, para reducir la factura fiscal o incluso dejarla a cero. Bien entendido que el ahorro máximo del impuesto está limitado al importe de la cuota resultante de la autoliquidación, porque Hacienda no paga, únicamente devuelve, si llega el caso, las retenciones practicadas.

Existen multitud de ventajas fiscales que son de fácil aplicación y están disponibles para todos los contribuyentes. Sin embargo, son aquellos con mayor patrimonio y mayores ingresos los que realmente pueden aprovecharse al máximo de todas las ventajas. Por esta razón, es necesario intentar reducir todo lo que se pueda el impacto fiscal haciendo los deberes adecuadamente antes de que finalice el año natural. Los beneficios para el contribuyente también vienen por la vía de una correcta planificación del IRPF.

Es cierto que este año no ha traído consigo grandes cambios fiscales, pero sí mencionar que, según sentencia del Supremo, las prestaciones por maternidad no se incluirán en la declaración de 2018 o, por ejemplo, los autónomos que trabajen en su domicilio podrán deducirse la parte proporcional de los gastos corrientes, así como los gastos de manutención que realicen en el exterior.

Las recomendaciones para rebajar la cuantía del impuesto son prácticamente las de siempre, que bien aplicadas y en su debido momento, provocarán que el beneficio fiscal obtenido sea más que evidente.

La estrella indiscutible para rebajar la base imponible de la declaración es la aportación a uno o varios planes de pensiones. La aportación máxima que se puede realizar es la menor entre 8.000 euros y el 30% de los rendimientos netos del trabajo y de las actividades económicas. Este beneficio fiscal es aplicado directamente al tipo marginal del contribuyente; al ser así, quien tenga ingresos más elevados tendrá un mayor marginal por lo que la reducción de la base imponible es superior a los que tengan un tipo marginal más modesto. Aclaro también que la reducción no afecta a los rendimientos del ahorro, únicamente a los del trabajo. Este ahorro de tributación lo único que hace es que se difiera en el tiempo hasta que llegue la hora de su rescate. Al hacerlo como rendimientos del trabajo, tributarán según el marginal que se tenga en ese momento. Por eso, es muy importante tener claro cómo, cuánto y cuándo se debe de realizar el rescate de los planes suscritos. La tarifa del IRPF es progresiva y eso condiciona el rescate si se hace en forma de capital o de renta. En el supuesto que se realice en forma de capital, únicamente tendrán una reducción del 40% las aportaciones que se realizaron hasta el 31 de diciembre de 2006.

Otra de las deducciones muy importantes es por la compra de vivienda habitual siempre y cuando el inmueble haya sido adquirido antes del 31 de diciembre de 2012 y se siga pagando su compra en la actualidad. La base máxima de deducción es de 9.040 euros. En el caso de matrimonios en régimen de gananciales es conveniente tributar de forma individual para aprovechar, en este caso, que la deducción sea aplicada por ambos cónyuges a la vez. Atendiendo a lo anterior, es posible que interese amortizar hipoteca, siendo indiferente si se realiza para reducir cuota o tiempo, antes de que acabe el año y así poder aprovechar la deducción al completo. Para los que vivan de alquiler y su contrato haya sido formalizado antes de 2015, también persiste la deducción para ellos siempre que cumplan unos niveles determinados de ingresos.

Siguiendo con la vivienda habitual, si se vendió y se reinvierte el importe de la venta en otra vivienda para ser habitual antes de trascurridos dos años desde su venta, no se tributará por las plusvalías obtenidas. Los mayores de 65 años tampoco pagarán impuestos por las ganancias generadas en la venta de su vivienda habitual.

Los inversores podrán compensar las plusvalías con las minusvalías siempre y cuando esos mismos valores no hayan sido readquiridos antes de que pasen dos meses posteriores a la venta.

También son deducibles una parte de los donativos realizados a ONG's, las cuotas de afiliación y las aportaciones a partidos políticos. En este punto hago hincapié en los pagos que se hacen a los colegios concertados y que se declaran como donaciones. Hacienda denuncia que esos pagos están vinculados a la educación de los alumnos, no a ONG's. Esta medida podrá, si se lleva a cabo, repercutir en las declaraciones futuras y si se considera con carácter retroactivo, en las anteriores.

Aunque quedan pocos días, da suficiente tiempo para poner en práctica y aprovechar alguna deducción comentada permitiendo rebajar la factura fiscal y todo ello sin trucos fraudulentos. La incertidumbre de lo que ocurrirá para el año que viene, también actuará a nuestro favor intentando adecuar nuestro patrimonio al alza inminente de impuestos que ya se anticipa.

(*) Trader Independiente

@ToGarMos