Las rectificaciones son una constante en el Gobierno de Pedro Sánchez. Son ya muchas, demasiadas, las veces en que los responsables y las responsablas de los dignos ministerios se han visto en la obligación de pisar el freno y dar marcha atrás. De nuevo le ha tocado a la ministra de Defensa, Margarita Robles, dar un bandazo antes de estrellarse, con respecto a la intención de su Departamento de impedir la presencia del Ejército de España en el Salón de la Enseñanza de Barcelona. ¡Por Dios!, la señora Robles no es la Colau. La señora Robles es una ministra del Gobierno de España y, además, es la titular de Defensa.

Los militares merecen todo nuestro respeto y admiración, por mucho que en algunos puntos cardinales de esta España nuestra se les haya perdido el respeto y la admiración sólo aflora cuando son necesarios para apagar fuegos. No era entendible que Defensa prohibiera su presencia en tan importante cita educativa. Cuando, además, Defensa se ha convertido en el instituto de unos y en la universidad de otros, me refiero a las Fuerzas Armadas en las que han acabado ingresando muchos de los que no ha tanto, se declaraban objetores de conciencia. Hay ciertos clichés interesados con respecto a las Fuerzas Armadas que no se corresponden con la realidad actual.

Tanto como se despotrica en Cataluña, en las cuatro provincias, de las Fuerzas Armadas a las que gentes como Colau y tantos independentistas han intentado humillar siempre que han podido, pero que no les quiten la Academia General Básica de Suboficiales del Ejército de Tierra de España, centro de formación de los futuros suboficiales, que se encuentra entre los municipios leridanos de Talarn y Tremp. El día que esa Academia se cierre o se traslade a otro punto de España, que bien nos vendría a los zamoranos, Talarn y Tremp se quedarán sumidas en la nada. Ahora, viven de todos los futuros suboficiales que cursan en tan prestigiosa academia.

Por cierto, lo que darían infinidad de zamoranos, fundamentalmente los empresarios pequeños y grandes, por tener un cuartel, por tener una Unidad del Ejército en Zamora que le diese a esta ciudad la vida que en otro tiempo tuvo y que ahora languidece por efecto de todas esas cosas que hemos repetido hasta la saciedad. Si Zamora no hubiera perdido el Regimiento Toledo, otro gallo nos cantaría. Qué pena que la acción del asalto llevada a cabo por el recordado Antolín Martín, a la sazón alcalde de Zamora, junto a otros zamoranos, no obtuviera la recompensa que su resistencia clamaba.

Me da que la ministra de Defensa se ha aplicado aquello de 'rectificar es de sabios, dando luz verde a la presencia del Ejército español en la feria de Barcelona "como está en todos los lugares del mundo defendiendo la paz, la seguridad y la libertad". Eso es lo que vienen haciendo desde hace muchos años las Fuerzas Armadas españolas, defender la paz, la seguridad y la libertad, no sólo de los españoles, también de los ciudadanos de aquellos países donde las misiones de paz españolas son un ejemplo para todos los ejércitos del mundo. Hasta en Estados Unidos admiran profundamente la labor, la preparación, la disciplina, el valor, todo lo que adorna a nuestras Fuerzas Armadas. De hecho, infinidad de nuestros mandos militares han recibido sendas condecoraciones no sólo de la Otan, también del Capitolio de Estados Unidos.

Una ministra del Gobierno de España no puede ceder a las presiones de nadie por importante que sea. Y porque las Fuerzas Armadas están por encima de las ideologías.