Ya está bien de apuntar con el índice acusador directamente a la mujer, cuando de cirugía estética se trata, como una gran consumidora de la misma, como una adicta y como una adepta. Es verdad que hay mujeres que no son ellas ni su sombra, son el resultado de cuantas veces el bisturí ha pasado por su cuerpo y por su rostro. Pero es que los hombres también se han subido a ese carro. Ellos también quieren parecer más esbeltos, más guapos y más jóvenes y a la primera de cambio hacen lo que las mujeres cuando observan arrugas o párpados caídos o zonas grasas, se ponen en manos del cirujano plástico y a gozar con el resultado.

Los hombres se han apuntado con ahínco a los tratamientos de belleza de todo tipo. Sólo en Estados Unidos, ellos se realizaron el pasado año 2,1 millones de procedimientos cosméticos, me atengo a las cifras dadas a conocer la Asociación Americana de Cirujanos Plásticos. No se pierda los datos relativos a España, porque según una encuesta de la Sociedad Española de Cirugía Plástica y Reparadora, la prestigiosa SECPRE, en 98 centros patrios, los hombres protagonizaron el 12,3% de las 105.000 intervenciones de cirugía estética realizadas en España. El mercado es impresionante puesto que movió, sólo en ese año, unos 175 millones de euros.

Ya sabemos que no todos esos euros tienen una procedencia inequívocamente femenina. Los estiramientos faciales se llevan la palma entre los pacientes. No les basta con el botox y el ácido hialurónico, necesitan desprenderse de la arruga por la vía del bisturí y lo hacen sin pudor alguno. No hay más que ver a algunas especies patrias, cuyos nombres no voy a citar. Sin embargo no me cuesta reconocer que Berlusconi y Valentino, en lo internacional, además de gastarse los cuartos en buenas cremas, conocen sobradamente lo que es un estiramiento facial. Y si sólo fuera eso. Los varones españoles consideran que la caída de los párpados superiores, las ojeras o las bolsas son los factores que provocan una imagen más envejecida y cansada.

El doctor Pedro Arquero, uno de los cirujanos plásticos más prestigiosos de España, hombre que hace de la mesura, de la proporción y de la armonía sus sellos más característicos hasta el punto de que se le conoce como "Doctor Armonía", me comentaba que, al hablar de cirugía estética masculina, normalmente pensamos que la utilizan los hombres de perfil alto y los famosos, sin embargo me manifestaba que su consulta está llena de hombres de clase media que, simple y llanamente, quieren estar bien de aspecto para sentirse bien consigo mismos. El doctor Arquero, que más que médico es un amigo de sus pacientes, me aseguraba que después del lifting facial, la otoplastia, la liposucción, el botox, la rinoplastia y la blefaroplastia, no precisamente por ese orden, son las intervenciones más demandadas por sus pacientes.

Los varones en España representan ya el 60% de las cirugías faciales frente a un 41% de las mujeres. Por cierto, el procedimiento más popular en los hombres patrios también es la liposucción, una técnica en la que empiezan a superar a las mujeres. Y es que la curva de la felicidad no es estética a edad alguna y como eso casi todo lo demás que nos añade el tiempo y los kilos. Para que luego digan que los hombres no son coquetos. A veces, mucho más que las mujeres.