¿Volverá a pasar este fin de semana en Zamora lo mismo que ocurrió el anterior? Ocurrió que hemos sido invadidos por una horda de vándalos. Y no estamos para invasiones y más de esa catadura. La tienen tomada con los automóviles y el mobiliario urbano. Y se emplean a fondo. Tan a fondo que ha habido ocasiones en las que han dejado a Zamora irreconocible. Hablo de aquella larga temporada en la que se embadurnaban fachadas, monumentos y mobiliario y todo el mundo se quedaba tan oreado.

Una cosa es el arte, yo diría con mayúsculas, de los grafiteros, y otra muy distinta el embadurnamiento de muros y paredes. Estimo que la Policía Nacional y también la Municipal, tienen mucho trabajo en Zamora, todos los días, sí, pero sobre todo los fines de semana. Yo creo que los vándalos piensan que la Policía se relaja en fin de semana y actúan en consecuencia. Han tenido suerte de no ser pillados infraganti, porque la Policía no sólo no se relaja cuando la semana toca a su fin, sino que refuerza su trabajo, sabedora de lo que ocurre o puede ocurrir con estos desaprensivos.

No sé dónde está el divertimento. Antaño, a lo máximo que se llegaba es a aquello de 'tocar timbres'. Sólo que antaño está muy lejos y esto ha cambiado tanto y a tanta velocidad que, en muchos casos, ha sido para mal. Desde la crisis para acá, a la pérdida en materia económica se ha añadido la pérdida de valores, el desapego por la cultura en casi todas sus manifestaciones y tantos aspectos negativos que dicen muy poco de una sociedad que se tilda de avanzada.

Estancarse en los malos hábitos y costumbres no es aconsejable. Cabe también preguntarse, siempre que los pincha ruedas y pintamonas fueran jóvenes, si Zamora ofrece oportunidades de ocio, más allá de las conocidas, a nuestros críos y jóvenes. El deporte puede hacer mucho y bueno en ese aspecto. También actividades de calle y cientos de cosas más que desde las instituciones debieran llevarse a cabo, debieran potenciarse, debieran poner en práctica. Y no que las instituciones tienen la fea costumbre de aguardar a que la iniciativa privada dé el primer paso. Error.

Si los que actúan de la forma que vimos son delincuentes habituales algo habrá que hacer. No se les puede dejar campar por sus respetos porque esto en lugar de una ciudad puede convertirse en una selva. Y vamos camino de ello despenalizando tanto y tan malo como en función de una pretendida libertad de expresión se está haciendo en el Parlamento. Me gustaría saber si esa especie de 'atentados' que sufren vehículos y mobiliario urbano, cuando no fachadas de edificios públicos y privados, es delito. Hay que actuar con prontitud y rigor. Si se pierde definitivamente el respeto al prójimo y a lo que es del prójimo, mal asunto. Ya ocurre con el movimiento okupa y hay que ver el calvario por el que están pasando algunos propietarios.

Que se legisle al respecto. Que se endurezca lo que haya que endurecer si es susceptible de hacerse pero que no dejen al libre albedrio de vándalos, gamberros y delincuentes la vida y la hacienda de las gentes de bien. Y a la Policía, máximo respeto. Es a ellos a los primeros que recurrimos en los momentos verdaderamente duros, comprometidos y difíciles. Si vuelven a las andadas este fin de semana, seguro que se van a encontrar con la horma de su zapato.