Hermanos, de La Tijera

Se trata de una obra llena de sorpresas donde nada es lo que parece y en la que, al final, el público descubre el verdadero carácter de los personajes y a donde ha sido conducido con una hábil trama. La comedia, además de divertir, pone de manifiesto el interior de unos seres en los que todos nos vemos, en mayor o menor medida, reflejados. En este sentido es digno de ser destacado cómo muchos de los espectadores intervenían en los diálogos de los actores, prueba evidente de su implicación en el argumento.

Respecto al montaje y dirección de la obra hay muchos aspectos dignos de mención y que deseo poner de manifiesto: La escenografía, decoración, sonido e iluminación son eficaces, indudablemente, pero, además, alcanzan momentos de gran nivel artístico como llevados a cabo por auténticos profesionales.

Indalecio Álvarez Campano solventa con soltura y acierto el "tempo" de la comedia de forma que los espectadores viven adecuadamente y sin ningún momento muerto el desarrollo del argumento. Muy difícil de lograr, y perfectamente conseguido, es la moderación y acoplamiento de dos protagonistas tan antagónicos.

La labor de dirección de actores resultó más fácil de lo previsible por la espléndida intervención de Verónica Calvo e Indalecio Álvarez, Pablo y Laura. Verónica se mostró enérgica y contundente en una actuación agotadora y verosímil que durante toda la representación tuvo al público colgado de sus palabras. Indalecio creó un personaje tímido y moderado que, con hábiles pinceladas conquistó e hizo reír a un público totalmente entregado. Prueba de la labor interpretativa fueron las entusiastas ovaciones en los diferentes bises y en la atronadora despedida.

En fin, un acierto más en la programación del Teatro Principal y otro éxito de La Tijera, obra que va a ser representada este verano por toda la provincia de Zamora.

Tomás Pierna Belloso