Hoy la Iglesia celebra la Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado con el lema "Acoger, proteger, promover e integrar a los emigrantes y refugiados". Los obispos españoles encargados de este tema señalan en su mensaje para este día que "a cada ser humano que se ve obligado a dejar su patria en busca de un futuro mejor, el Señor lo confía al amor maternal de la Iglesia. Esta solicitud ha de concretarse en cada etapa de la experiencia migratoria: desde la salida y a lo largo del viaje, desde la llegada hasta el regreso. Es una gran responsabilidad que la Iglesia quiere compartir con todos los creyentes y con todos los hombres y mujeres de buena voluntad, que están llamados a responder con generosidad, diligencia, sabiduría y amplitud de miras" a este desafío tan actual y urgente, más allá de cualquier política.