No hay político pasado o presente que haya recibido más "cartas abiertas" que José Bono. La última le ha sido remitida, desde el diario que dirige, por el periodista y ensayista segoviano, Enrique de Diego Villagrán. La susodicha no tiene desperdicio ya que, al parecer, y según De Diego, estamos ante uno de los más importantes multimillonarios españoles, nacidos al amor de la política. No todos en política cuentan con el patrimonio de Bono. Sólo que unos acaban sentados en el banquillo y otros ni si quiera son investigados a pesar de los indicios más que razonables.

El detonante ha sido, en palabras de su autor, las tremendas declaraciones de Bono sobre Federico Trillo. De Diego se expresa en los siguientes términos: "Me ha producido una profunda nausea que te hayas intentado poner medallas de ético a costa de las víctimas del Yak 42. Federico Trillo es un impresentable, pero tú, José Bono, no le vas a la zaga, y en algunos aspectos, lo eres muchos más, empezando por lo de hipócrita, en el que le sacas una cabeza. ¿Qué hiciste tú por los familiares de las víctimas del Yak-42 a parte de marear la perdiz y tratar de sacar provecho político?". Y en verdad que se ha generado una controversia tremenda a raíz de las durísimas declaraciones de Bono. Su incontinencia verbal le ha llevado a cometer errores como el de amenazar, en una entrevista, con sacar a la luz una serie de documentos que logró conseguir al llegar al ministerio hasta el punto de confesar que llegó a forzar un archivador para dar con pruebas que sirven al ex ministro de Defensa para acusar a la administración de Trillo. Documentos que tampoco puede ni debe tener en su poder como particular que es, de ahí que la actual ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, en un nuevo acto de coherencia, se los haya exigido por burofax.

A todo esto, Bono sigue sin aclarar lo del Cougar y lo de su inmensa fortuna. El periodista en cuestión habla de "una cuenta corriente en una filial del Banco de Santander en Las Bahamas de 160 millones de euros" considerándolo "una de las mayores fortunas de España con un patrimonio inmobiliario descomunal". De Diego, que en cierta ocasión llamó a Bono "corrupto" por lo que el entonces ministro le llevó ante los tribunales, le acusa igualmente de haber utilizado a la abogacía del Estado para ir en su contra. "De forma que utilizaste mis impuestos para ir contra mí", le espeta el periodista en uno de los renglones más sustanciosos, recordándole que aquello quedó en "agua de borrajas".

Volviendo a la fortuna de Bono, De Diego señala: "un chalet en Olías del Rey (Toledo) de 400 metros cuadrados, un amplio local en el centro de Albacete, un ático en la calle Velázquez de Madrid con vistas al Retiro adquirido por 1,6 millones de euros; otro ático en el Madrid de los Austrias de un millón de euros, otro chalet en el Vergel de Bargas, dos áticos de lujo en Estepona, un piso en El Campello (Alicante) y la joya de la corona: Hìpica Almenara, 170.000 metros cuadrados con 18.000 construidos más una cuadra de caballos de competición". A lo que añade el periodista sin que nadie, ni el propio Bono, le haya desmentido: "Tiene una perversa lógica que tu hija pequeña Sofía, estudie en el Colegio Brillantmont de Lausana (Suiza) con un coste anual de 70.000 euros, que sólo se pueden permitir 150 familias en el mundo". Y sigue el relato que no deja muy bien parado a José Bono. El tsunami está servido. Quien está en la obligación de hablar ahora es la Fiscalía.