Las autoridades surcoreanas anunciaron ayer que han sacrificado 22,5 millones de aves en lo que va de invierno para impedir la propagación del virus de la gripe aviar, a las que se sumarán otros 3 millones en los próximos días. Con esta medida Corea del Sur intenta contener el brote de la cepa H5N6 detectado el pasado 16 de noviembre en las heces de aves migratorias en Haenam (sur), que se ha extendido a otras partes del país y supone ya el peor de este virus altamente patógeno desde 2014. El número de aves sacrificadas hasta la fecha representa aproximadamente el 15 por ciento del total del país, según explicó a Efe un representante del Ministerio de Alimentación.